Ronald jugó para números que lo proyectan como potencial MVP
Cerró la primera parte de la temporada 2023 en las Grandes Ligas. No hay duda que durante estos primeros tres meses de acción se vivió un beisbol sabroso; cargado de mucha emoción, novedades y en especial mucha competencia en cada una de las divisiones que conforman las Grandes Ligas.
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Los venezolanos, a excepción de Ronald Acuña Jr. y Luis Arráez, tuvieron destellos. Lo de estos dos peloteros puede considerarse un abuso a la excelencia, pues con los Bravos de Atlanta y los Marlins de Miami, coincidencialmente ambos equipos de la misma división, sirvieron como los guías de la legión criolla, incluso por encima del mismísimo Miguel Cabrera, quien cerró a todo vapor la primera parte de su “último baile” en el mejor beisbol del mundo.
Ronald Acuña Jr fue, de principio a fin en esta primera etapa del torneo, la vedette de los Bravos de Atlanta. Esa misma que cualquier fanático que se pasee por la capital del estado de Georgia en EEUU pagaría lo que fuese para disfrutar de su estilo aguerrido dentro del Truist Park; escenario que domina a placer con sus 73 bambinazos de por vida en esta “arena”.
Sus 20 batazos kilométricos, 37 bases robadas y 109 imparables lo regresaron a la élite de las Mayores. Sencillamente su gesta lo encamina a coronarse como el Jugador Más Valioso del Viejo Circuito, pues demostró que, en este momento, no hay jugador más completo que él en la Liga Nacional.
De hecho se convierte en el primer jugador en la MLB con 100 o más hits, 30 o más bases robadas, 20 o más jonrones y 20 o más dobles antes del Juego de las Estrellas, es decir en los primeros 81 juegos.
Comenzó llevándose el jugador del mes de abril
Su primer acto fue llevarse el Jugador del Mes en abril, al terminar la treintena con .352 de promedio, cuatro jonrones, 14 carreras impulsadas y, lo más importante de todo, 13 estafadas. Con ese galardón comenzó a tejerse el gran objetivo individual para el venezolano de este 2023: alcanzar el 40-40.
Más y más para Acuña. No conforme con sus números en abril, el jardinero de los Bravos de Atlanta mejoró sus promedios al pasar las semanas y en este mes de junio lo cerró con .356 de average, otras 14 bases robadas para así alcanzar casi el mismo número de estafadas que totalizó en 2019 cuando se convirtió en el segundo venezolano 30-30 en las Mayores.
Y es que el ímpetu con que reinó Acuña esta primera mitad fue clave para que los Bravos de Atlanta se mantengan firmes en la cima de la División Este, incluso siete juegos de diferencia de su más cercano rival, los Marlins de Miami.
En casa fue un verdugo, al sacudir seis bambinazos y dejar un average de .311 puntos; pero en la carretera fue, realmente, una pesadilla para los lanzadores al cosechar 13 jonrones y un promedio de .352. Sencillamente inexplicable y que deja claro que la segunda mitad irá por más, con el fin de conseguir una temporada histórica entre los suyos.
Con permiso que viene Arráez
Ronald Acuña Jr no fue el único que se hizo sentir con fuerza en esta primera parte del campeonato en las Mayores.
A punta de sencillos, Luis Arráez marcó la hora en los Marlins de Miami y en todo el circuito en general.
Con 115 indiscutibles, el ganador del Título de Bateo en la Americana en la contienda 2022, comandó a toda la MLB y además de ello se enfrascó en una lucha consigo mismo para mantener su promedio sobre .400 puntos, incluso con hasta tres juegos de cinco imparables durante el mes de junio.
Desde 1948, ningún pelotero en la MLB ha podido terminar una primera mitad de temporada con más de un centenar de hits y a escasos puntos del “potro” de los 400 puntos y Arráez logró conseguir dicha gesta con el madero, dejando claro que lo sucedido el año pasado no fue por pura casualidad.
Al igual que Acuña Jr, “La Regadera” dio un abreboca de lo que sería esta primera mitad con apenas 11 días de iniciada la temporada regular, pues aquel 11 de abril ante Filis de Filadelfia se convirtió en el primer jugador en la historia de los Marlins en completar el ciclo y así unirse a César Tovar (1972), Carlos Guillén (2006), Carlos González (2010), Pablo Sandoval (2011) y Eduardo Escobar (2022), como los únicos criollos en consumar esta actuación en un encuentro de las Mayores.
Esta extraordinaria capacidad para chocar la bola se remitió a 33 encuentros multihits en la primera mitad, siendo el líder absoluto de la MLB.
