El voto es un acto público del ciudadano en el que expresa su opinión. Tan solo su ejercicio es secreto. Asimismo, el voto es en su substancia, directo, es decir, sin intermediarios. El agente de la acción directa, que es el ciudadano, determina el objeto de esa acción siendo la causa eficiente de ella
por Roderick Navarro
El sufragio es un proceso en el que se dirimen las diferencias entre las diversidades sin llegar a la violencia. Como resultado de este proceso de deliberación colectiva, los participantes se vuelven uno solo gracias a un nexo lógico, como la ciudadanía. Esta ciudadanía es lo que conforma el universo de participantes. En esta universalidad se establece una relación reciproca de derecho y obligación entre el individuo con el conjunto, como del conjunto con el individuo. Todos se reconocen en su participación, el voto, en la búsqueda de la voluntad mayoritaria. Por lo tanto, el sufragio como un proceso universal de participación colectiva, tiene al voto como la forma en la que se expresa la voluntad del ciudadano.
En la antigüedad el sufragio era un proceso en el que los participantes reflexionaban sobre su posición, lo que hacía del debate un instrumento importante del sufragio. Luego el ciudadano representaba su posición mediante un voto con un pedazo de papel o cerámica, y la suma de todos los votos daría un resultado. En este sentido el escrutinio de los votos era también público, ante los ojos de todos para su normal entendimiento. Por lo tanto, participar del conteo del voto que es de naturaleza pública, era lo normal.
Reflexionar sobre la importancia del sufragio como el proceso por el cual podemos resolver los asuntos políticos propios de la oposición, es necesario en un tiempo donde se necesita rehacer la fuerza que se necesita para vencer al chavismo en Venezuela. En este sentido es importante la primaria del 22 de octubre.
El voto es un acto público del ciudadano en el que expresa su opinión. Tan solo su ejercicio es secreto. Asimismo, el voto es en su substancia, directo, es decir, sin intermediarios. El agente de la acción directa, que es el ciudadano, determina el objeto de esa acción siendo la causa eficiente de ella. El votante es quien convierte la potencia en un acto al momento de votar y lo concretiza en un objeto que luego es contado. De allí la importancia de la materialidad del voto: su inteligibilidad. En esta primaria vamos a votar en una papeleta que luego será contada en un acto público que todos los participantes podrán ver y comprender, y por lo tanto, cumplirá con su propósito: representar la voluntad de la mayoría y todos aceptaremos ese resultado. Todo esto se basa en el principio de publicidad: todo acto es público y comprensible para el participante.
La tecnología no es enemiga del sufragio siempre que no vaya en contra de este principio de publicidad. Pero si la tecnología es usada para eliminar la materialidad del voto, para realizar un escrutinio fuera del alcance del entendimiento del ciudadano, es decir, en un ambiente virtual incomprensible y fuera del alcance del participante, y por todo esto la maquina es finalmente un intermediario que elimina la naturaleza directa del voto, entonces la tecnología mata la confianza en el sufragio y lo convierte de facto en otra cosa diferente: un teatro.
Es este el problema con el CNE. Desde hace años hacen teatros electorales y el pueblo venezolano no confía más en esa institución. Esta es la principal razón por la que la primaria es confiable: porque está fuera del alcance del control de este ente chavista.
El uso de la tecnología puede servir para la transmisión del resultado emitido luego del proceso de conteo público en cada mesa de centro de votación. Esto hace parte de un debate que puede contribuir hacia una profunda reforma electoral en Venezuela posteriormente.
En cualquier caso, todos los esfuerzos del chavismo y el sector colaboracionista de la oposición están enfocados y alineados para no permitir el sufragio por el cual se manifestaría la voluntad mayoritaria de los venezolanos ¿Acaso no es demasiado obvio que esta es una lucha del pueblo contra las élites corruptas de la política venezolana que llevan años beneficiándose de esta dictadura?
Los venezolanos de bien, como los antiguos, tienen plena confianza en un sufragio libre y justo, pues esto es un rasgo de civilización que ya forma parte de nuestra identidad nacional. Por eso la lucha es conseguir que el sufragio se realice con base en el principio de publicidad que es lo que da control y poder al soberano sobre el proceso. Esta es la lucha el 22 de octubre. Lo que viene después de este día, es otro momento, es otra batalla.
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