El socialismo del siglo XXI ha venido insistiendo en aplicar nuevamente el modelo de sustitución de importaciones. Sin embargo, es importante revisar el término conceptualmente.
El modelo de sustitución de importaciones, lo adoptaron muchos países de América Latina y otras regiones del mundo a mediados del siglo XX y con mayor profundidad después de la segunda guerra mundial. Como su nombre lo indica, este modelo consiste en la sustitución de las importaciones por productos elaborados de manera nacional.
Específicamente en América Latina, tuvo mucha influencia la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas. En la década de los cincuenta, la CE`PAL propuso una serie de reformas económicas a los países de la región, particularmente enfocadas en la Industrialización por sustitución de importaciones (ISI) impulsando un desarrollo productivo dirigido por el Estado como forma de fortalecer a las economías latinoamericanas frente a los desniveles del comercio internacional.
El ideario de la Cepal tuvo una gran influencia del pensamiento Keynesiano, teoría aplicada durante la depresión de los años 30 del siglo pasado en EEUU para recuperar la economía y todavía mantiene vigencia en algunos países de gobiernos centralizados. Para lograr la industrialización por sustitución de importaciones, era imprescindible contar con un estado fuerte y proteccionista que realizaraimportantes intervenciones a la balanza comercial nacional. Entre las medidas que se tomaron se incluyeron la aplicación de aranceles a la importación, tipos elevados de cambio, subsidios y apoyos para los productores locales. Toda una serie de medidas que aspiraban a robustecer las industrias nacionales y a independizar el consumo local de las industrias de las potencias internacionales.
El objetivo fundamental del modelo de sustitución de importaciones tiene que ver con el desarrollo ycrecimiento del aparato productivolocal de las naciones del llamado Tercer Mundo. Para ello se comienzan a producir aquellos bienes tradicionalmente importados de manera paulatina. La balanza comercial de los países depende de lo exportado (que genera divisas) y lo importado (que las consume), por lo que una balanza comercial saludable implica una mayor exportación. La idea era abandonar el modelo económicodependiente, que importaba gran parte de sus bienes de consumo, siendo particularmente susceptible a las influencias extranjeras. Esto resultó un planteamiento cargado de patriotismo e independencia.
Si bien es cierto, tuvo sus resultados positivos en principio, porque generó empleo y se fortalecieron las monedas, y se redujo la dependencia de los mercados internacionales y sus fluctuaciones, luego comenzaron a decaer los mercados nacionales, por la aparición de monopolios estatales dependiendo de quién accediera a los estímulos y beneficios. La intervención estatal debilitó los mecanismos naturales de autorregulación del mercado. Además, y lo más grave, se impuso a mediano y largo plazo una tendencia al anquilosamiento y a la obsolescencia en las industrias locales, dado que carecían de competencia y por ende de actualización tecnológica. En las últimas décadas la CEPAL ha tenido que renovar el pensamiento keynesiano y adecuarse a las nuevas teorías del comercio internacional y de la organización industrial.
Retomar este planteamiento que está demostrado históricamente que fracasó es retrotraernos 70 años, en una Venezuela sin suficiente energía para producir, con las empresas productoras de acero y aluminio destartaladas. ¿Qué vamos a sustituir? Ojalá se les ocurriera recuperar la infraestructura educativa, las universidades y crear centros de investigación tecnológica mientras recuperan el Sistema Eléctrico Nacional SEN. Lo demás es puro gamelote.
Economista José Luis Alcocer