A juicio de Melvis Humbría, la puesta en práctica del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), ley vigente desde el año 2013 y reformada recientemente ha generado en comerciantes, empresarios, prestatarios de servicios y consumidores una gran confusión en los primeros días de su implementación. Ello viene causando variados trastornos en la actividad economica que en un futuro puede dar al traste con el ligero crecimiento observado en el sector terciario de la economia. A mi parecer el gobierno «quiso hacer una gracia y le salió una morisqueta», ya que las dificultades para el cobro de dicho impuesto esta causando males mayores.Desde el nombre de la precitada ley se genera la incertidumbre, hay quienes creen que si compran un par de artículos de no le cargarán el impuesto, la verdad es que el IGTF pechara cualquier monto que se pretenda pagar en moneda extranjera.Señalo Humbría que los primeros afectados con este nuevo tributo han sido los comerciantes ya que al no poder adaptar un nuevo software a sus máquinas fiscales tienen que acudir al mercado a intentar adquiridas y se dice que las mismas están por el orden de los mil dólares, al final como siempre seremos los consumidores quienes pagaremos los platos rotos por la improvisación y las erráticas políticas económicas de quienes gobiernan desde hace más de dos décadas puntualizo.Es bien sabido que con este impuesto el gobierno busca mayores ingresos fiscales y por otra parte disminuir la dolarización transaccional que ya supera el 80% en algunas regiones del país. Conociendo lo ineficaz que los caracteriza me atrevo a asegurar que no lo logrará ninguno de los objetivos trazados concluyó.