¿Eres de izquierda o de derecha? Pregunta formulada con frecuencia en ambientes universitarios y en ciertos circuitos políticos y culturales.
Interrogante que merece ser despejada. Máxime en estos tiempos de «revolución socialista».
Es complejo esbozar una respuesta que compagine con el significado que actualmente se le asigna a esta posturas ideológicas.
Los términos izquierda y, su contraparte, derecha han perdido la transparencia y significados que tuvieron en el pasado reciente. El fracaso del «socialismo real’ y la frustración de iniciativas consideradas de derecha pusieron a descansar en el «diván» del recuerdo estas opciones políticas.
En nuestro país enfrentamos la peculiar situación de un régimen autoritario que se proclama de «izquierda y socialista». Y califica a la oposición democractica como de «derecha y fascista».
Una apreciacion generosa definiría esta confusión como el efecto perverso de una empobrecida versión de la cultura post moderna que prevalece en la dirigencia oficialista.
Aunque, para honrar la verdad, lo que captura apropiadamente este momento de nuestra historia es, por un lado, la vigencia de un autoritarismo o dictadura de viejo cuño y, por el otro, una versión estrecha del ejercicio democrático.
El madurismo no calza en la horma de la izquierda y a la oposición no le encaja la vestimenta de fascista. Lo que define a los actuales activistas políticos es la disputa por permanecer o acceder al ejercicio del poder.
En ese marco sí es posible delinear los contornos discursivos de los actores que participan en esa contienda.
Los verdaderos demócratas aspiran o luchan por la implantación de una plataforma política que trascienda las relaciones clientelares y las jerarquizaciónes autoritarias y centralizadoras que ahuyentan a los ciudadanos. Su apuesta es por un régimen democrático y competitivo.
Demócrata es un ser combativo que apela a la conciencia ciudadana y encuentra reflejo en la misma.
El tiempo y la paciencia colectiva se está agotando. Debemos escuchar esas voces y actuar en consecuencia.
En las escenas finales de NOVECENTO, galardonado film de Bernardo Bertolucci, una campesina se dirige a los combatientes antifascitas diciendo: «¿Quiénes sois vosotros, que empleais palabras que no comprendemos, pero que parecen salidas de nuestro corazón?. Ellos eran partisanos luchadores por la libertad.
Escenas que recuerdan y apelan al optimismo de quiénes aspiramos alcanzar una democracia tomada en serio.






