Conoce a la joven artista que está conquistando el mundo pop y despierta las comparaciones
Tate McRae, la estrella canadiense de 21 años, ha convertido las comparaciones con Britney Spears en un tributo consciente y estratégico. Tras su aparición en los MTV VMAs 2025 con un vestido transparente de Ludovic de Saint Sernin que emulaba el icónico look de Britney en los premios de 2000, McRae confirmó a Harper’s Bazaar: «Sin duda, mi look en los VMAs fue un homenaje a Britney, mil por ciento. Pensé que se veía tan hermosa en ese vestido» . La declaración no sorprende: su coreografía en Greedy —que acumuló 230 millones de reproducciones en YouTube— y su estilo de baile frenético ya habían generado paralelismos con la princesa del pop de los 2000, aunque McRae lo describe como «halagador y aterrador». «Nadie puede compararse con Britney Spears. Es como comparar a alguien con Michael Jackson. ¡Ella es el ejemplo!», afirmó al Independent.
El fenómeno McRae trasciende la imitación. Su tercer álbum, So Close to What, lanzado en febrero de 2025, marca una evolución desde sus letras adolescentes hacia una narrativa más compleja sobre la fama y las relaciones tóxicas. «Empecé a escribir música a los 16 sin saber nada. Ahora me siento mucho más segura de mi gusto y de quién soy», confesó en una entrevista con Rolling Stone. Temas como Sports Car—coescrito con Julia Michaels como una reinterpretación pop de The Whisper Song de Ying Yang Twins— y Revolving Door exploran la ambivalencia emocional con una franqueza que resonó en redes sociales. Su colaboración con su novio, The Kid Laroi, en I Know Love, añadió un matiz íntimo a un disco que ella misma describe como «magistralmente personal».
Los VMAs 2025 fueron su consagración escénica. Además de ganar la Canción del Verano por Just Keep Watching, McRae combinó canto y baile en su primera performance televisada para MTV, un desafío que admitió sentir como «surreal». Críticos de Marie Claire y La Radio de Chico destacaron que su energía recuerda a los shows de Britney no por imitation, sino por la capacidad de convertir el escenario en un espectáculo multisensorial. «Ella no necesita ser Britney: está triunfando por ser ella misma», sentenció El Diario tras su concierto en Madrid, donde dividió el show en cinco actos que alternaron pop explosivo y baladas acústicas.
La industria celebra su autenticidad. McRae ha criticado abiertamente la tendencia a minimizar el aporte creativo de las mujeres: «Es una historia vieja: nunca se asume que ellas idearon el video o dirigieron el show». Sin embargo, su influencia es innegable: con 55.4 millones de oyentes mensuales en Spotify y una gira global Miss Possessive que recorrerá 50 ciudades, McRae representa una nueva era del pop donde la nostalgia se fusiona con la vulnerabilidad contemporánea.
2001