EFE / Foto referencial
Querido en la capital catalana desde hace más de tres lustros, el director venezolano Gustavo Dudamel recibió este miércoles el título de ‘Amigo de Barcelona’, reconocimiento honorífico a una figura que cree en el «poder transformador» de la música y que ha hecho de ella «un instrumento de transformación social».
Dudamel fue distinguido por su «defensa de los valores de la igualdad y la lucha contra la pobreza, la excelencia musical y su vínculo con la ciudad de Barcelona», y se une a un listado que incluye, desde los años noventa, a personalidades como la guatemalteca Rigoberta Menchu o el chileno Ricardo Lagos.
El alcalde de la ciudad, el socialista Jaume Collboni, destacó en su discurso la «contribución» del músico en la consolidación de Barcelona como una de las capitales de la música clásica, además de destacar los valores que comparte con la ciudad, como son los de la «cultura de la paz y el sentido de la justicia social, la lucha por un mundo más respetuoso».
Lea también: Confirman un tercer caso de peste bubónica en humanos en EEUU
El alcalde recordó que Dudamel es hijo del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, una obra social y cultural de su país, fundado en 1975 por el maestro venezolano José Antonio Abreu.
Sentirse en Barcelona como en casa
El homenajeado, acompañado por parte de su familia, como sus padres y su hijo, mostró su agradecimiento por el reconocimiento, y resaltó que en Barcelona siempre se ha sentido como en casa, desde que actuara por primera vez en 2008.
Dudamel agradeció todo lo aprendido gracias al Sistema creado por Abreu, hasta el punto de proclamar que es el «resultado de ese sueño, de hacer que la música sea algo accesible para todos, de su poder transformador de la sociedad».
Citando al escritor español Miguel de Unamuno, el venezolano incidió que la identidad que hay que darle al pueblo es la de la cultura y abogó en pro de que el arte sea siempre «transgresor».
«Estoy infinitamente agradecido de llamarlos mis queridísimos amigos, de ser llamado amigo de esta extraordinaria ciudad, así como de poder compartir la belleza con todos ustedes y también el amor, la alegría, la esperanza que la cultura, la música y el arte nos ofrecen», concluyó.
Al acabar su discurso, y para sorpresa de todos, Dudamel no dudó en acompañar al violín a los niños de la asociación musical Vozes, que interpretaron dos temas.