Atrás quedaron los días de bonanzas gracias al auxilio venezolano cuando el entonces dictador Hugo Chávez rendía pleitesía al régimen castrista. Esta vez, las exportaciones de PDVSA a la isla solo alcanzaron los 22000 barriles por día en septiembre, menos que los 33700 dpd de junio pasado
La infraestructura de PDVSA es cada vez más frágil y Cuba también sufre las consecuencias, al no contar con la misma cantidad de petróleo. (Archivo)
La luna de miel terminó entre Venezuela y Cuba con relación a los envíos de petróleo que el chavismo hacía al castrismo. El motivo es que los cargamentos de crudo son cada vez menores en comparación con lo que alguna vez fueron. Es decir, de los 96300 barriles por día (bpd) de crudo que la estatal PDVSA enviaba a la isla en el año 2011, ahora tan solo mandó 22000 bpd en septiembre pasado.
El dato llega acompañado de una caída generalizada de las exportaciones venezolanas, las cuales se ubicaron en 9 % menos, según datos y documentos de monitoreo de barcos al que tuvo acceso la agencia Reuters. En total, 42 barcos partieron de aguas venezolanas en septiembre, “transportando un promedio de 842.600 barriles por día (bpd) de crudo y combustible y 267.000 toneladas métricas de derivados del petróleo y petroquímicos”.
n la isla las consecuencias de esta alianza que se ha deteriorado son visibles: padece apagones que este 3 de octubre cubrieron el 37 % del territorio, de acuerdo con la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE), así como tampoco hay suficiente combustible en las estaciones de servicio. Atrás quedaron los días de bonanzas gracias al auxilio venezolano, cuando el entonces dictador Hugo Chávez rendía pleitesía al régimen castrista abasteciéndolo de petróleo a cambio de prestación de servicios médicos o asesoría de personas que terminaron trabajando para un aparato estatal cada vez más grande e insostenible.
Migajas para Cuba
La caída libre es evidente cuando se observan cifras previas: en marzo de 2024 Venezuela envió a Cuba 34000 barriles por día, eso significó 39 % menos del promedio entregado en 2023. Para junio de este año fueron 33700 bpd y para septiembre, unos 22000 bdp. Tal disminución tiene varias razones.
La primera es que la infraestructura de PDVSA es cada vez más frágil. A finales de agosto hubo un apagón que dejó a oscuras al menos a 20 de los 23 estados venezolanos, afectando también a las refinarías, sumado a “fallas en los equipos” que inhabilitaron tres mejoradores durante varios días, reportó la agencia. A ese cóctel hay que añadirle la falta de inversión y corrupción que, según el chavismo, es culpa de “mafias”, a pesar de que controla la industria desde hace 25 años.
Lo cierto es que las exportaciones de la estatal petrolera siguen estando por debajo de sus días de gloria, aunque ha mejorado levemente respecto al año pasado. De acuerdo con el balance, PDVSA y sus empresas mixtas “exportaron 925.000 bpd de crudo y combustible en agosto, la cifra mensual más alta desde principios de 2020”, pero no significa que esté cerca de los 3.120.000 barriles diarios de crudo que producía en 1998.
La prioridad de Maduro es su bolsillo
México y Rusia se convirtieron en salvavidas de Cuba al enviar buques petroleros, pero sigue sin ser suficiente para dar a los ciudadanos un estándar mínimo de calidad de vida, al interponerse las arbitrariedades y corrupción de la dictadura que hoy dirige Miguel Díaz-Canel.
La prioridad de Nicolás Maduro está en otros mercados, que a diferencia de Cuba, sí le garanticen pagos reales por el petróleo aprovechando el alivio parcial de sanciones que hace meses le concedió el gobierno de Joe Biden en Estados Unidos. Asia se ubicó como primer destino de esas exportaciones con 510.000 bpd, seguido por Estados Unidos, receptor de unos 212.000 bpd de crudo enviados por Chevron. Les sigue la española Repsol con 97000 bdp.
ORIANA RIVAS PANAMPOST
