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  • Así es el lavado de dólares en la frontera de Colombia con Venezuela

    Así es el lavado de dólares en la frontera de Colombia con Venezuela

    En Cúcuta y Ocaña la presencia de grandes sumas de dinero en efectivo, vehículos de alta gama y urbanismos opulentos llama la atención de habitantes y visitantes de estas zonas, convertidas en epicentro del blanqueo de capitales de actividades ilícitas

    “El rol de Cúcuta, de Ocaña y del Catatumbo es, sobre todo, el de un mecanismo de lavado para, llamémoslo así, el contrabando de efectivo, el tránsito y el movimiento de dinero hacia Venezuela, donde la economía está dolarizada”.

    Así se expresa un especialista en la materia que conoce de cerca la problemática del lavado de capitales en especial en la zona fronteriza de Cúcuta, Norte de Santander, y en la región del Catatumbo, que vive un conflicto armado entre grupos irregulares.

    Explica, asimismo, que esta práctica tiene varias etapas: “Una de generación de riqueza, otra de transporte y de movilización de recursos de un lado a otro, y una final cuando ya lavan la plata y la depositan”.

    Son fórmulas que emplean los grupos delictivos para blanquear capitales, como también se conoce esta praxis. Ellos han encontrado un terreno fértil precisamente en zonas de la frontera, pues los controles no resultan tan efectivos para evitar este tipo de delito que lesiona la economía formal.

    “En Venezuela necesitan dólares, no necesitan pesos colombianos”, dice el especialista. Esto ha hecho que la transaccionalidad, el movimiento de flujo de dinero, especialmente de Cúcuta, en los últimos cinco años, haya sido grande. Sus cálculos, basados en informes bancarios, lo llevan a afirmar que “es el municipio de Colombia con el mayor movimiento de dinero en efectivo sacado desde los bancos”, aunque no precisa el monto.

    En ese escenario de frontera, marcado por la volatilidad, el contrabando y la informalidad, muchos se refugian en criptoactivos y criptomonedas; otros recurren a casas de cambio irregulares o prestan sus cuentas bancarias para recibir dineros ilícitos a cambio de un porcentaje del monto que reciben. Y unos más compran bienes a precios que, incluso, pueden sobrepasar los del mercado.

    Urbanismos de lujo y vehículos de alta gama se observan en ambas ciudades colombianas. El aumento de estos bienes llama la atención de habitantes y visitantes. (Imagen generada con apoyo de inteligencia artificial).

    Criptoactivos y criptomonedas cumplen dos funciones: ser válvula de escape frente a la inestabilidad monetaria y, a la vez, permitir que existan operaciones fuera del radar institucional. Esto último lo conocen bien quienes dirigen organizaciones ilegales.

    Aunque es importante destacar que adquirir criptoactivos y criptomonedas no es un delito, blanquear capitales a través de este mecanismo sí lo es. #LaHoraDeVenezuela consultó a la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) acerca de investigaciones y controles sobre el lavado de activos. Respondieron que no pueden conceder una entrevista debido a que se trata de funcionarios de un organismo de inteligencia cuya identidad debe ser protegida, de acuerdo con la Ley 1621 de 2013 y su decreto reglamentario 857 de 2014. “Es de resaltar que la información contenida en la base de datos de la UIAF está amparada con reserva legal”.

    Lo que sí es un hecho es el aumento del uso de criptomonedas y criptoactivos en Colombia. Datos de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) indican que en febrero de 2024, Colombia contaba con 680 establecimientos comerciales que aceptaban pagos en criptoactivos. De ellos, 100 operaban en Cúcuta.

    El auge se ha extendido a los cajeros automáticos que permiten convertir las criptomonedas a pesos colombianos en varias ciudades, incluida Cúcuta. Algunas fuentes contaron que el único cajero de este tipo que quedaba y que funcionaba en un centro comercial ya no ofrece el servicio.

    Al mismo tiempo, un criminólogo y economista colombiano destaca que “hay personas de Venezuela que tienen recursos fuera del país, ya sea por pagos paralelos de petróleo, narcotráfico o dinero proveniente, incluso, de la corrupción, que los introducen dentro del sistema monetario a través de bitcoins y criptoactivos”. Para él, eso va a bancos que tienen bajos controles sobre la legalidad de esos recursos.

    Según relata, desde países como Rusia, Turquía, Grecia y Uruguay, envían tarjetas de débito y de crédito internacionales a Colombia que llegan a Cúcuta, donde las utilizan para hacer grandes retiros en efectivo. Luego cambian los pesos a dólares y el dinero entra a Venezuela. La frontera facilita esa vuelta.

    *Lea también: El Faraón, un capo fantasma que ronda a Cúcuta

    Las divisas norteamericanas son muy requeridas por delincuentes que transan con ellas, las envían a Venezuela y adquieren propiedades en efectivo. (Foto Pixabay).

    Esto ocurre porque debido a las sanciones y restricciones cambiarias que pesan sobre Venezuela, desde allí no se puede hacer la monetización utilizando el sistema Swift, que es el que usan los bancos mayoritariamente para enviar y recibir información sobre las transacciones financieras de manera rápida y segura. Por eso lo hacen desde Cúcuta.

    Además de los criptoactivos, algunas casas de cambio se convierten en un instrumento para el lavado de activos, a través de la conversión de pesos colombianos de origen ilícito a dólares o euros. Este fenómeno sucede en las agencias que no aplican controles estipulados por las instancias reguladoras del gobierno colombiano.

    En conversación con #LaHoraDeVenezuela, el dueño de una de las casas de cambio de Cúcuta indica que los propietarios de estos establecimientos se rigen por mecanismos precisos que eviten los delitos y que buscan cumplir “con el control a la antigua”. Con ello se refiere a remitir datos a instituciones como la UIAF y la DIAN. “El Banco de la República también nos vigila”, puntualiza.

    Precisa que dentro del control de cambios deben llevar un libro con los detalles de las transacciones y explica: “Pedimos información cuando se trata de montos que no son pequeños, más allá de solicitar la cédula o un recibo de servicios públicos”. Con esto se refiere a que emplean el Sistema de Administración del Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (Sarlaft). Así, esperan que sus actividades sean completamente lícitas.

    Dos hechos han sido muy relevantes en relación con el lavado de activos. El primero ocurrió en octubre de 2023, cuando las autoridades detuvieron a dos personas por lavar casi 50.000 millones de pesos a través de casas de cambio en Cúcuta. Los aprehendidos fueron señalados de crear tres sociedades que utilizaron para darles apariencia de legalidad a los movimientos de dinero, después de que la Policía Judicial siguió durante dos años sus transacciones desde Cúcuta hacia varias cuentas bancarias en Bogotá.

    El segundo caso sucedió en octubre de 2024 cuando el gobierno de Estados Unidos impuso una multa récord de tres mil millones de dólares al banco canadiense TD Bank. Según Fincen, la autoridad antilavado estadounidense, la sanción obedeció a que la entidad no tomó medidas oportunas para impedir la expedición de tarjetas de débito internacionales con las cuales se retiraron millones de dólares en cajeros automáticos en Colombia. Estos dineros provenían de operaciones de drogas y estaban depositados en Estados Unidos.

    Fincen además identificó a un grupo de clientes del mencionado banco que realizó operaciones sin tantos controles, lo que les permitió obtener fondos de criptomonedas desde Inglaterra. Luego las transferían a una institución financiera de activos virtuales en Colombia.

    El municipio de Villa del Rosario, donde se llevó a cabo el Congreso de 1821, que dio origen a la República de Colombia, ha tenido un importante crecimiento de urbanizaciones de lujo y venta de vehículos de alta gama (Imagen generada con el apoyo de inteligencia artificial).

    El pitufeo y otras modalidades de lavado

    El criminólogo y economista colombiano recalca que una de las variantes del lavado de activos es el llamado pitufeo, una modalidad en la que varias personas se prestan para lavar capitales.

    Transparencia Colombia, basada en el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), define el pitufeo como una tipología de lavado de activos que fracciona en pequeños montos las transacciones, en apariencia aisladas, para no causar sospechas. Lo realizan a nombre de uno o varios inversionistas y, de esa manera, evitan controles asociados a montos mayores de dinero.

    En 2003, en Venezuela se creó la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) para controlar la compra y venta de dólares y euros, mediante la asignación de un cupo anual para cada persona mayor de edad, lo que obligaba a ciudadanos y empresas a recurrir al gobierno para adquirir divisas a precios preferenciales. Cadivi dejó de operar el 15 de enero de 2014 y fue sustituida por el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) que se mantuvo hasta 2018. Actualmente es el Banco Central de Venezuela el encargado de la tasa de cambio oficial en un mercado con poca oferta de dólares. El control cambiario se mantiene en el país petrolero.

    “Recuerdo cuando se impuso Cadivi: la red de pitufos para comprar el cupo en Cúcuta creció exponencialmente entre 2006 y 2009; ahí veíamos billones de pesos, de dólares, en transacciones de estructuras de pitufos que declararon como si hubieran exportado servicios o productos textiles. Según la dinámica económica en el territorio, se activan o se desactivan esas redes”, explica el criminólogo economista.

    Un empresario radicado en Cúcuta precisa que las organizaciones delictivas utilizan diversas vías para lavar activos. “Cada día las bandas usan nuevas tecnologías para hacerlo”. A su parecer, en la frontera existen dinámicas ilícitas que son permanentes y que causan “mucha violencia con la afectación de crimen, robo, extorsión y secuestro”.

    El fenómeno es tan preocupante que en septiembre del año pasado después de un consejo de seguridad con las autoridades de Norte de Santander y el área metropolitana de Cúcuta, al que asistieron el director de la Policía y el ministro del Interior del momento, el general William René Salamanca anunció la creación de un equipo especial de investigadores y expertos en lavado de activos de la Policía Nacional, apoyados por la DEA e Interpol.

    “Aquí hay un crecimiento desmesurado de recursos que fluyen a veces sin control, hay un fenómeno de lavado de activos que no es de ahora, que viene creciendo en la ciudad desde hace varios años y necesitamos enfrentarlo, porque mientras no quebremos las finanzas de estas organizaciones criminales, vamos a seguir teniendo problemas para doblegarlas”, dijo Juan Fernando Cristo, en ese entonces ministro del Interior.

    #LaHoraDeVenezuela le preguntó a la Policía Nacional sobre los resultados de las labores de ese equipo y la remitieron a la Policía Judicial (Dijín). Desde allí enviaron información relacionada con la captura, en Medellín y Armenia ((centro del país), de cuatro presuntos lavadores de dinero de la banda La Terraza. Hasta el cierre de este reportaje, no había contestado qué había sucedido con respecto a Cúcuta.

    Funcionarios de la Dijin junto a la Fiscalía realizan operativos que buscan detener a lavadores de dinero en diversas zonas de Colombia. (Foto cortesía Dijin).

    Las autoridades están tras la pista de un hombre conocido como el Faraón o el Fantasma, cuya identidad no se ha revelado, pero lo relacionan con actividades criminales que incluyen lavado de activos como informó #LaHoraDeVenezuela en la nota El Faraón, un capo fantasma que ronda a Cúcuta.

    Cúcuta, crecimiento poblacional y delictivo

    En medio de esta realidad, Cúcuta vive un auge de opulencia y desarrollo en algunas de sus zonas. Por ejemplo, no es extraño ver en los centros comerciales joyas como cadenas de oro con grandes eslabones y medallas cuyo precio oscila entre 4500 y 5000 dólares.

    Lujosas joyas de oro se observan en establecimientos del ramo en Cúcuta. (Imagen generada con el apoyo de inteligencia artificial).

    “Cúcuta pasó de ser una ciudad pequeña a convertirse en la quinta ciudad más importante de Colombia; superó el millón de habitantes, precisamente por la población venezolana que hoy vive allí. Este no es un dato menor porque siempre había estado en esa pelea de ser considerada una ciudad intermedia”, refiere un académico.

    Los  precios de los urbanismos en el área metropolitana de Cúcuta han crecido 72 %, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), desde 2020 y hasta el primer trimestre de 2025. Esto la convierte en la segunda del país con mayor crecimiento del precio de vivienda nueva.

    En los municipios aledaños a Cúcuta, como en Villa del Rosario, proliferan restaurantes, centros comerciales y condominios de casas de lujo, con piscinas privadas y comodidades tipo club, que algunos comparan con los que existen en Miami, completamente cerrados y con amplias áreas sociales. Particularmente en los sectores próximos al río Táchira como Las Palmas, San Pedro y Los Trapiches, algunas viviendas de tres y cuatro pisos, levantadas en medio del verdor de lugares desde donde se pueden ver las montañas venezolanas, llegan a valer hasta 900.000 dólares. “Allá se ve Táchira”, dice un taxista del lugar.

    Esa opulencia contrasta con la criminalidad disparada que sufre el área metropolitana. Los habitantes de Cúcuta y Villa del Rosario, incluso los que viven en la vía hacia Pamplona, lamentan el auge de actividades de bandas delictivas, como las del grupo AK47 que vinculan con el Tren de Aragua, organización criminal surgida en la cárcel de Tocorón, estado Aragua en Venezuela. Las autoridades identifican al menos 27 bandas que actúan en la zona.

    “Yo estaba viendo televisión una noche con mi esposa cuando escuchamos un estruendo y le dije: ‘Eso fue una bomba y, en efecto, lo fue’”, narra otro taxista que evalúa emigrar a otro país porque quiere vivir con más tranquilidad. El hombre ronda los 70 años y vive en la ciudad fronteriza junto con su pareja.

    El estallido que oyeron en su casa ocurrió en la noche del 19 de febrero, en Villa del Rosario, y destruyó el peaje de la autopista que comunica a Cúcuta con San Antonio del Táchira. La misma noche hubo otros ataques: uno a un Centro de Atención Inmediata (CAI) y otro a la estación policial de La Parada. En los hechos varias personas resultaron heridas.

    Nadie niega que hay vínculos entre opulencia y lavado de activos. Las fuentes consultadas prefieren no dar detalles, pero aseguran que es escaso el control a los inversionistas que aparecen con dinero en efectivo para comprar propiedades o artículos de lujo.

    “Esta ciudad es muy importante por su capacidad de captar recursos de otros lugares del mundo para monetizarlos, sacarlos en efectivo en pesos, transformarlos a dólares e ingresarlos a Venezuela”, explica uno de los especialistas consultados por #LaHoraDeVenezuela.

     Ocaña, dividida por los contrastes 

    Ocaña es la segunda ciudad más poblada de Norte de Santander y la más grande de la región del Catatumbo, uno de los enclaves con mayor densidad de cultivos de coca en Colombia y que se disputan hoy distintos grupos armados. En esta ciudad conviven dos realidades de contrastes. Por una parte, los barrios populares con viviendas sencillas, vehículos envejecidos y motorizados que recorren las vías a gran velocidad. Por otra parte, las camionetas de alta gama, nuevos urbanismos, venta de lotes donde se edificarán conjuntos privados y una vida de lujos para parte de la población.

    En Ocaña aún se mantiene la tradición de reunirse en la plaza central al finalizar la tarde. Los vecinos comparten sobre lo que observan.

    En el municipio es un secreto a voces que hay quienes se han enriquecido de la noche a la mañana. Sin pudor alguno, exhiben su nuevo estatus. Un ocañero indica que la ciudad, por ser la puerta del Catatumbo, es un ambiente propicio para el lavado de activos.

    Por eso, el contraste cada vez es más frecuente, aunque algunos todavía miran con asombro cómo el parque automotor se moderniza con rapidez debido a la llegada de vehículos de último modelo. “Se están viendo unos carros muy lujosos que comúnmente en Ocaña no se veían y uno se pregunta de dónde sale tanta plata para comprar un carro de 400, 500 o 600 millones de pesos” dice el ocañero.

    Ocaña es, junto con Cúcuta, una de las plazas en Colombia que vende mayor cantidad de unidades de costosas marcas automotrices. Inclusive, algunos se anotan en listas a la espera de su nuevo modelo aunque demore un año en llegar. Para ellos, conducir uno de estos vehículos significa un ascenso social.

    Pero no solo se trata de camionetas costosas. El expropietario de un hotel en Ocaña cuenta que era habitual recibir clientes que pagaban todos los servicios en efectivo.

    “Eran personas que llegaban en sus supercamionetas y siempre con la moda de un bolsito acá terciado. Y fajos de dinero. La administradora del negocio un día me dijo: ‘Jefe, toda esta plata tiene dos particularidades, huélala’. La primera es que, efectivamente, olía a matas. A matas de droga. Sí, tenía un olor particular, no a billete. La segunda es que se pegaban los billetes. No estaban húmedos, sino pegados. Era el efecto del uso de algún químico, no lo sé”.

    Otro fenómeno que define la nueva realidad es el aumento en los precios de las viviendas. Un ocañero que conoce las dinámicas de la zona comenta que ha observado el fenómeno creciente de la burbuja inmobiliaria.

    “Uno ve construcciones por todos lados y los costos son increíbles”, dice. Explica que el metro cuadrado en una de las zonas más exclusivas de Bogotá puede costar entre 12 y 14 millones de pesos, lo que significa que un apartamento de 30 metros cuadrados cuesta más de 300 millones. Relata que en Ocaña hay apartamentos de ese precio y se consiguen casas de 3000 a 5000 millones de pesos. “¿Cómo se logra eso?”, cuestiona.

    Y añade: “En algún momento explota la burbuja inmobiliaria y es que hoy se podría estar presentando un lavado incluso con esto. A la persona que necesita lavar un recurso no le importa comprar a lo que sea el metro cuadrado. No le importa. Pero sí empieza a generar un valor distinto al precio. Ejemplo, si esta casa acá cuesta normalmente 120 millones de pesos, pero alguien hizo la transacción por 300 millones de pesos, empieza a legalizar un dinero que puede ser de narcotráfico”.

    Varios agentes inmobiliarios consultados por #LaHoraDeVenezuela coinciden en que los precios sí han subido, pero no de manera significativa. Mientras que un habitante de Ocaña observa lo que sucede con una mirada que permite contextualizar: “No creo que los precios hayan subido, sino que en Ocaña las construcciones no eran tan lujosas. La expansión no se veía en temas de conjuntos residenciales ni en barrios privados, en lugares tan lujosos como ahora se presentan. Ocaña es una ciudad intermedia donde no hay fábricas colombianas ni grandes empresas como para decir que hay un movimiento comercial bastante amplio y obtener un crecimiento de ese estilo”.

    En definitiva, el lavado de activos no solamente es un problema para los cucuteños y ocañeros porque fomenta distintos tipos de crímenes, altera la cotidianidad con el encarecimiento de bienes tan importantes como la vivienda o los vehículos y deteriora la calidad de vida en estas zonas fronterizas impactadas por la llegada masiva de migrantes venezolanos. Es un problema transnacional que merece ser abordado entre gobiernos.

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    Por #LaHoraDeVenezuela

  • El Dorado, retrato de la fiebre eterna del oro en Venezuela

    El Dorado, retrato de la fiebre eterna del oro en Venezuela

    El Dorado reposa a los márgenes del río Cuyuní, una frontera natural donde comienza el Esequibo, que Venezuela disputa con Guyana desde hace más de un siglo

    Un comerciante pesa en una balanza digital el oro en polvo con el que paga un cliente. Es una transacción habitual en El Dorado, que como muchos pueblos mineros de Venezuela transa compras cotidianas con el preciado metal.

    Este pueblo forma parte de una región bautizada por la administración Maduro como Arco Minero del Orinoco, que tiene grandes reservas minerales y es atravesada por la minería ilegal y el crimen organizado.

    En la zona es habitual el cobro de extorsiones por parte de grupos delictivos que controlan las minas, conocidos como «sindicatos», o inclusive de grupos indígenas, también volcados a la minería. Además, la región ha sido escenario de masacres: unas 217 personas fueron asesinadas entre 2016 y 2020.

    Las 35 ‘gramas’ (gramos) que marca el peso equivale a unos 3.000 dólares, dice el comerciante. Un gramo se vende entre 85 a 100 dólares.

    El Dorado reposa a los márgenes del río Cuyuní, una frontera natural donde comienza el Esequibo, que Venezuela disputa con Guyana desde hace más de un siglo.

    Un enjambre de motocicletas ruidosas recorre sin parar las calles polvorientas del pueblo.

    «El oro es una bendición que nos da a nosotros para comprar lo que uno quiere, pero hay que trabajar duro», dice a la AFP José Tobías Tranquini, un minero de 48 años.

    «Un día en la mina puede ser que no consigas nada, hay gente con suerte que han agarrado hasta de a kilo, pero el tiempo que tengo aquí no he agarrado esa bendición, he agarrado de a poquito».

    *Lea también: Minería ilegal afecta ríos del sur de Venezuela y contamina sus afluentes

    Vida minera

    El Dorado nació como un fuerte militar que combatió una invasión inglesa en 1895. Su nombre está inspirado en el mito de la conquista española, que no distaba mucho de la realidad.

    Cuentan los pobladores más viejos que cuando llovía, podían verse partículas de oro emerger entre los caminos arcillosos del pueblo.

    Hilda Carrero llegó hace medio siglo a El Dorado, atraída como muchos otros por la fiebre del oro.

    Entonces el pueblo era «monte y culebra», distinto al bullicio de motocicletas de una población que suma ahora unos 5.000 habitantes. «Esto era feo», recuerda esta mujer de 73 años en su pequeña bodega donde vende botellones de agua por tres milésimas de oro.

    Una ‘grama’ tiene 10 puntos, que a su vez tiene 10 milésimas. El bidón de agua vale el equivalente a dólar y medio.

    «Lo que le da vida al pueblo son los mineros», remarca Carrero, que explica que en tiempo de nuevas minas o ‘bullitas’ «la gente se mueve, todo el mundo vende».

    «Pero hay momentos en que no hay bulla y todo se aplaca», añade. «Hay días en los que no vendo ni siquiera un botellón».

    Es común que los pobladores luzcan collares o zarcillos de oro.

    Trabajo duro y peligroso

    El Arco Minero tiene una extensión de 112.000 km2 con reservas no solo de oro sino de diamantes, hierro, bauxita, cuarzo y coltán.

    Ambientalistas denuncian un «ecocidio» en esa zona y el colapso de minas ilegales con decenas de muertos.

    El camino hacia El Dorado está salpicado por campamentos para procesar la arena extraída en los yacimientos. El diseño es similar: un galpón alto con techos de zinc y terrenos descampados con una enorme fosa donde cae la arena lavada en los molinos.

    Es un trabajo duro, peligroso.

    La tierra que se extrae de las minas se almacena en sacos para trasladarla a los molinos, que funcionan con motores de autos adaptados. Allí se fragmenta aún más la arena, que cae en una rampa de bronce cubierta con ‘asogue’ (mercurio) y atraviesa un chorro de agua constante.

    Partículas casi imperceptibles al ojo quedan atrapadas en una alfombra verde que luego es sacudida para extraerlas.

    Una familia de cinco miembros trabaja en uno de esos campamentos. Dedica cuatro horas para procesar una tonelada de arena. Resultado: poco más de una ‘grama’, unos 100 dólares.

    «Lo usaremos para comprar comida y lo que haga falta en el molino», dice uno de los trabajadores, que sostiene con sus manos rústicas la piedrita resultante, tan mínima que apenas ocupa una fracción del centro de una cuchara sopera.

    De aspecto irregular, es sometida luego al calor de un soplete para retirar impurezas. «El peligro de esto es el humo» que resulta al quemar el mercurio, explica el dueño del molino mientras fuma un cigarrillo.

    Con información de Swissinfo.ch

    TAL CUAL

  • Difunden tarjetón para las elecciones municipales: dos partidos cambian nombre y colores

    Difunden tarjetón para las elecciones municipales: dos partidos cambian nombre y colores

    La dupla Un Nuevo Tiempo – Unión y Cambio ya no va acompañada en la misma posición del tarjetón para las municipales, mientras que Fuerza Vecinal, que tiene varios alcaldes postulados por la reelección, se ubicará abajo y a la derecha

    La tarde de este jueves varios representantes de partidos difundieron el tarjetón para las elecciones municipales del 27 de julio, donde se escogerán a 335 alcaldes y 2.471 concejales.

    En el tarjetón para el 27 de julio aparece una nueva denominación: «Partido de la Reconciliación Nacional», bajo las siglas PNR. Esta organización, según confirmó el diputado y experto electoral Aníbal Sánchez, proviene de la Confederación Nacional Democrática (Conde), fundada por el excandidato presidencial Benjamín Rausseo.

    El pasado 30 de mayo, Rausseo anunció su retiro temporal de la política. «Me siento bataqueado, pero no derrotado. A partir de este momento voy a tomar una pausa en la política. Me cansé de luchar con esta política, que no es con la que yo sueño, sino con una de respeto, con nuevos líderes que tengan nuevos ideales, que no se les aparte como gente enferma, con algo contagioso por pensar distinto», expresó.

    PNR mantendrá un color verde similar al que usaba Conde, además del azul. También incorporan dentro de su tarjeta la silueta de dos manos tomadas. Permanecerán en la tercera fila del tarjetón.

     

    Por su parte, Unidad Visión Venezuela cambió sus colores de rojo a azul, y se ubicará –al igual que en los últimos comicios– en la parte baja, entre los partidos El Cambio y Alianza del Lápiz.

    El Partido Socialista Unido de Venezuela y sus aliados del Gran Polo Patriótico permanecen en la parte superior del tarjetón, si bien algunas tarjetas como UPV, Somos Venezuela y el Partido Verde cambiaron de posición. Ya su vicepresidente, Diosdado Cabello, dijo que la «alianza perfecta» se repite en todas las candidaturas para estos comicios.

    En el caso de la dupla Un Nuevo Tiempo – Unión y Cambio, ya no va acompañada en la misma posición para las municipales; mientras que Fuerza Vecinal, que tiene varios alcaldes postulados por la reelección, se ubicará abajo y a la derecha.

    El Consejo Nacional Electoral indicó que para estos comicios se recibieron 148.554 postulaciones, de las cuales 10.594 corresponden a las alcaldías en disputa. 55.898 postulaciones son para los cargos de concejales nominales y 81.588 son para las listas, además de 474 cargos para la representación indígena en las cámaras municipales.

    De la cifra total de inscritos, 6.919 son de mujeres (44,29%) y 8.347 son de hombres (53,69%). Solo 219 mujeres son candidatas a las alcaldías y 821 son hombres.

    El diputado Sánchez recordó que los partidos pueden hacer sustituciones de sus candidatos, aunque no tendrán efecto en boleta. En el caso de las candidaturas tipo lista, el lapso vence el próximo 27 de Junio mientras que en las postulaciones nominales se pueden hacer cambios hasta el 17 de julio.

    TAL CUAL

     

     

  • EEl Salvador niega permiso a familiares para visitar a venezolanos detenidos en el Cecot

    EEl Salvador niega permiso a familiares para visitar a venezolanos detenidos en el Cecot

    Los familiares solicitaron el permiso ante la Dirección de Servicios Penitenciarios para que les permitieran ver a sus parientes. Sin embargo, tuvieron que regresarse a Venezuela sin lograr el objetivo

    Familiares y activistas de derechos humanos que viajaron desde Venezuela a El Salvador con el propósito de visitar a los venezolanos detenidos en el Centro de Confinamiento de Terrorismo (Cecot), tras ser deportados de Estados Unidos, no lograron su objetivo. Las autoridades salvadoreñas no respondieron la petición.

    «Venía con mucha ilusión, le prometí a mi hermana que pronto el niño (joven) estaría en libertad, y a muchas madres. No quiero que pierdan la fe. Estuvimos tan cerca, pero a la vez tan lejos», dijo a la agencia AFP poco antes de dejar El Salvador Jhoanna Sanguino, tía de Widmer Agelvis Sanguino, uno de los deportados, de 24 años.

    Este es el primer viaje que hacen familiares de los migrantes venezolanos detenidos en la mega cárcel de El Salvador, acusados por el gobierno de Donald Trump de tener «vínculos» con la banda criminal Tren de Aragua.

    La expulsión de un grupo de más de 200 venezolanos de territorio norteamericano se produjo el 15 de marzo, en un proceso de deportación cuestionado por organismos de derechos humanos e instancias internacionales.

    Jhoanna Sanguino y Reina Cárdenas, amiga de Andry Hernández Romero, un estilista expulsado de 32 años, y activistas de la Fundación El Amparo Internacional, representan a una decena de deportados oriundos del estado de Táchira (oeste de Venezuela).

    Los familiares realizaron la solicitud ante la Dirección de Servicios Penitenciarios para que les permitieran ver a sus parientes, pero se quedaron sin recibir una respuesta.

    Explicaron al diario La Nación que el objetivo de su viaje, además de poder ver a sus familiares y constatar cómo se encuentran, era entregar todas todas las denuncias y documentos que dan prueba que los tachirenses que están representando no tienen antecedentes penales y son personas de bien.

    Con información de AFP

    TAL CUAL

  • Maria Corina Machado: El apoyo de Maduro a Irán lo amarra a un barco que se está hundiendo

    Maria Corina Machado: El apoyo de Maduro a Irán lo amarra a un barco que se está hundiendo

    La líder opositora venezolana, María Corina Machado, alertó que el conflicto militar entre Israel e Irán podría tener repercusiones directas sobre el régimen de Nicolás Maduro, debido a los estrechos vínculos que mantiene con el gobierno de los ayatolás.

    Así lo expresó en una entrevista con el periodista venezolano Napoleón Bravo, donde afirmó que Venezuela representa una amenaza estratégica para Occidente al servir como plataforma de operaciones para potencias como Irán y Rusia en el continente americano.

    “Para que Occidente se salve, el primer paso es entender que el riesgo mayor opera en Venezuela, y no es contenible dentro de nuestra frontera”, sentenció María Corina Machado, al analizar las implicaciones geopolíticas del conflicto en Medio Oriente.

    El nexo Maduro-Irán: drones, oro y terrorismo

    Machado recordó que Venezuela es el principal aliado de Irán en América Latina, con más de 400 acuerdos firmados entre ambos regímenes.

    Entre los aspectos más preocupantes, denunció la fabricación de drones de combate de origen iraní en territorio venezolano, específicamente en la base militar Libertador, ubicada en el centro del país.

    “Venezuela está a horas de la Florida, no a la distancia de Teherán. Y en este contexto, eso es una amenaza real”, advirtió la líder opositora.

    Además, denunció que más de 10 mil pasaportes venezolanos han sido otorgados a ciudadanos sirios e iraníes, lo cual —según ella— facilita redes de financiamiento y logística para grupos como Hezbollah, organización considerada terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.

    la patilla

     

  • Se mantiene retenido el transporte de carga en la frontera entre Colombia y Venezuela

    Se mantiene retenido el transporte de carga en la frontera entre Colombia y Venezuela

    El gobernador chavista del estado Táchira, Freddy Bernal, informó que el transporte de carga pesada se mantiene retenido en frontera en vista de que las cuatro vías, por donde pudiera circular en el Táchira, presentan afectaciones por las lluvias que están siendo atendidas por las autoridades.

    Por Jonathan Maldonado | Diario La Nación

    Precisó que por El Vallado se profundizó la falla geológica, lo que representa un riesgo para la circulación de gandolas.

    «En la zona central, se nos fue una parte en Los Cacaos y también es un riesgo meter gandolas por ahí. La vía alterna de Junín se quebró a la altura de Tononó. Y la cuarta vía, por Córdoba, es un riesgo también», detalló.

    En este sentido, indicó que ya la vicepresidenta está informada y se está buscando una alternativa.

    «Pero, por ahora, es un riesgo meter las gandolas de 30 toneladas porque podríamos arriesgar la vida de los conductores y acabar de destruir la vía que está deteriorada», apuntó Bernal.

    Enfatizó que es muy importante el intercambio comercial binacional, pero es más importante la vida de los conductores.

    LA PATILLA

  • Que hay detrás de la operación de la Armada venezolana contra buque extranjero en altamar

    Que hay detrás de la operación de la Armada venezolana contra buque extranjero en altamar

    La Armada Nacional Bolivariana incautó recientemente un buque de suministro civil en altamar que presuntamente buscaba un naufragio de la Segunda Guerra Mundial cerca del Esequibo, región disputada entre Guyana y Venezuela.

    El capitán de origen holandés se quejó de que no estaban en aguas venezolanas cuando fue interceptado su buque, de bandera panameña.

    Pese a que el buque sirve para realizar tareas de expedición de carácter científico, los dueños lo pintaron de un color gris, típico de las naves bélicas, con la intención de disuadir a los piratas africanos. Inclusive, tiene una tintura en su casco con las siglas «N35» con el objetivo de darle mayor verosimilitud a su camuflaje.

    El barco visitaba el Caribe tras zarpar desde las Islas Canarias, España.

    Así fue el momento cuando la Fanb interceptó un buque panameño en altamar. Captura: madeleintlSUR / Telesur / X

     

    De acuerdo con datos ofrecidos por la cúpula militar chavista, llevaban 12 días haciéndole seguimiento a la embarcación, hasta que fue interceptada por el patrullero oceánico AB Guaiquerí (PO-11).

    «Solo estamos rastreando una ruta para encontrar un barco de la Segunda Guerra Mundial que es muy antiguo, no es de Venezuela», explicó el capitán de la nave desconocida al ser interpelado por las autoridades castrenses a través de la radio.

    Según la carta de navegación del buque extranjero, se hallaban en aguas de Guyana. «Aquí ni siquiera es Venezuela, aquí es Guyana, aquí es Trinidad y Tobago, no creo que sea una zona venezolana aquí», agregó el capitán.

    Sin embargo, el vocero del patrullero de la Armada insistió en que se encontraban en la Zona Económica Exclusiva de Venezuela y que no había autorización para realizar tal exploración. Por ende, se procedió a la incautación de la nave visitante.

    Ante ello, el capitán holandés respondió: «Esto es muy extraño, quiero tú número y quiero tus datos, porque quiero pelear esto en la corte, quiero dejar esto en la corte».

    La interceptación del barco se produjo en una esquina del Bloque Stabroek, a unas 40 millas náuticas de las costas venezolanas. Captura: madeleintlSUR / Telesur / X

     

    La tripulación y el barco fueron trasladados hasta la Isla de Margarita, donde la Fanb comenzó su investigación del caso en el despacho del almirante José Rafael Hernández Abchi, comandante de la Región Estratégica de Defensa Integral (REDI) Marítima e Insular.

    Entre los hallazgos, se incluyó «una sonda para medir los datos de temperatura, salinidad y conductividad en la columna de agua», que despertó recelo entre los militares venezolanos.

    «Ellos saben que la única forma de realizar estudios científicos en esta zona es a través de un buque que esté camuflado», le dijo Hernández Abchi a sus subordinados.

    En una pantalla presentada por el propio almirante, se esclarece que la interceptación del barco se produjo en una esquina del Bloque Stabroek, a unas 40 millas náuticas de las costas venezolanas.

    Así luce el capitán holandés del barco «N35», de quien todavía no se conoce su identidad. Captura: madeleintlSUR / Telesur / X

     

    La Fanb entregó el caso a fiscales del Ministerio Público (MP), quienes prometieron definir si se trata de «cazadores de tesoros» o de «algo más».

    La tripulación retenida cuenta con nueve marineros con nacionalidades de Países Bajos, Honduras, Panamá, Hungría y España.

    Lea también: Padrino López alertó sobre incursión de «buque extranjero» en aguas venezolanas

    El mayor general chavista, Vladimir Padrino López, previamente dijo que «nuestra Armada Bolivariana (…) detectó e interceptó un buque allí, a 50 millas del Delta, en un agua que es incontrovertiblemente venezolana. No hay duda de que son aguas por delimitar, no. Eso es venezolano».

    «Bendito Dios, ¿qué pasa? No piden ni permiso. Ya nos están llegando a las bocas del Orinoco. ¿Qué es eso?», se quejó.

    LA PATILLA

     

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