Expertos consultados por TalCual coinciden en el hecho de que si el mandatario Nicolás Maduro inicia un nuevo período presidencial el mayor obstáculo que tendrá es el esmirriado apoyo ciudadano. Geoff Ramsey, del Atlantic Council, afirma que ya la represión «no es una estrategia sostenible» para el gobierno. Daniel Varnagy, en tanto, advierte que en este escenario «aunque se anticipen situaciones en las cuales se manifiesten descontentos, el sistema proseguirá con sus planes de gobernar»
El mandatario Nicolás Maduro prepara el terreno para garantizarse un mínimo de gobernabilidad en su mandato 2025 – 2030, en medio de los cuestionamientos que sectores sociales y políticos tanto nacionales como internacionales han hecho a los resultados dados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) el pasado 29 de julio, según los cuales se otorga la victoria al gobernante.
El pasado 27 de agosto -29 días después de las elecciones- Maduro anunció cambios en al menos 16 ministerios y ratificó a otros 15 funcionarios en el cargo, entre ellos Yván Gil como ministro de Exteriores; Freddy Ñáñez en comunicaciones, y Carlos Leal Tellería en Alimentación. La medida fue tomada con el objetivo de lograr una «renovación profunda» en su administración.
Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fue nombrado como ministro de Interior y Justicia, y la vicepresidenta Delcy Rodríguez fue designada como nueva ministra de Petróleo, en sustitución de Pedro Tellechea, quien posteriormente fue acusado de hechos de corrupción y se encuentra detenido desde la madrugada del 20 de octubre.
Otro de los cambios anunciados por Maduro fue la incorporación -el pasado 18 de octubre- del empresario colombiano Alex Saab como miembro de su equipo en el cargo de ministro de Industria y Producción Nacional, en reemplazo de Tellechea, quien había anunciado su decisión de renunciar. El nombramiento de Saab se da casi un año después de que fuese liberado por Estados Unidos como parte de un canje por 10 estadounidenses encarcelados en Venezuela y la extradición de un fugitivo.
Según Maduro, los cambios buscan «acoplar un equipo nuevo» para «acelerar y profundizar los requerimientos que el pueblo necesita». El gobernante, cuya legitimidad quedó severamente lesionada tras las elecciones del 28 de julio, hace ajustes, mueve piezas y busca lealtades que puedan sostener su estabilidad de cara a un nuevo periodo presidencial.
El Parlamento que es dominado por el oficialismo también ha comenzado a mover sus hilos «para garantizar la paz» y mantener a raya a los adversarios. En el seno del legislativo se inició el debate y una jornada de consultas para reformar las leyes electorales con el propósito de adecuarlas a los «nuevos tiempos», según declaró el presidente de la Asamblea Nacional 2020, Jorge Rodríguez.
Entre los cambios puestos sobre la mesa, se ha asomado la posibilidad de desarrollar el tema de la proporcionalidad en los cargos legislativos, restringir la observación internacional en procesos electorales y crear un régimen sancionatorio más severo para aquellos que violenten las normativas, como la prohibición de participar en elecciones a las personas que cometan delitos de traición a la patria, terrorismo o corrupción.
Este lunes 28 de octubre, Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia, advirtió que quienes no reconozcan los resultados de las elecciones presidenciales no podrán participar en los comicios regionales; una amenaza nada nueva, que desempolvan a conveniencia.
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