Familiares de presos políticos en el Centro Penitenciario de Tocorón, estado Aragua, alertan sobre la imposición de prácticas evangélicas. Denuncian que la negativa a participar en estas actividades puede acarrear represalias.
Adoctrinamiento en Tocorón: Un ataque a la libertad de culto
El 31 de diciembre de 2024, los presos sufrieron una larga sesión de música cristiana sin opción de rechazo.
Fuentes indican que el director del penal, con lazos estrechos al ministro de Servicio Penitenciario y afín a la iglesia evangélica, ha llegado a acuerdos para promover la evangelización, lo que limita severamente la libertad de los internos y los expone a posibles castigos por no seguir estas prácticas.
Violaciones a derechos fundamentales
La Constitución venezolana, en su artículo 59, asegura la libertad de religión y culto. Igualmente, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, firmado por Venezuela, protege la libertad de pensamiento y conciencia. Estas normas están siendo claramente desobedecidas en Tocorón.
Humberto Prado, del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), ha declarado que esto no solo viola derechos humanos sino que es una muestra de la degradación del sistema penitenciario en Venezuela.
“Estas prácticas son una violación flagrante de los derechos humanos y de la libertad de culto”, afirmó Prado, subrayando la urgencia de intervención para detener este adoctrinamiento forzado.
La situación de los presos políticos en Venezuela ya era crítica, con denuncias anteriores sobre torturas y condiciones inhumanas, y ahora se suma este nuevo ataque a sus derechos.
Los familiares de los presos han solicitado la atención de organismos internacionales como la CIDH y la ONU para que se visibilice y atienda esta problemática.
“Necesitamos que se reconozca y se respete el derecho a decidir sobre sus propias creencias”, insistió un familiar.
Desde el OVP, se pide a las autoridades que garanticen la libertad de culto y se abstengan de cualquier tipo de coerción religiosa.
La comunidad internacional es instada a actuar para que se respeten los derechos de los presos políticos y sociales en Venezuela.
“Mientras no haya voluntad política, la población reclusa seguirá sufriendo”, concluyó Prado, resaltando la necesidad de cambios urgentes para asegurar condiciones dignas y el respeto por los derechos humanos.
Nota de Prensa
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