Tal y como estaba previsto para el día veinte de enero el acto de juramentación del
presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cuya ceremonia de transición se
celebró con el mayor respeto y decoro que caracteriza a la sociedad política norteamericana
y hace justamente cuatro años que dichos actos tuvieron marcados por una conflictividad
jurídica entre republicanos y demócratas por lo cerrado de los resultados electorales. Pero en
está oportunidad observamos un digno comportamiento por las fuerzas políticas que se
reparten el poder, con una variante, que los republicanos, en está oportunidad, lograron un
control absoluto de ambas cámaras legislativas y en la mayoría de las gobernaciones; esto
va traer una nueva lectura a lo que debe ser el segundo mandato de Donald Trump.
Empecemos por el discurso del presidente electo y los decretos firmados donde allí se
refleja lo que va ha hacer en los primeros cien días de gestión, los altos niveles de
conflictividad fronteriza con su vecino México ya que el desplazamiento le acarrea problemas
sociales y de seguridad. Los famosos “coyotes” han hecho de los emigrantes uno de los
mejores negocios y los cárteles de la droga la tienen como rutas para el tráfico, y justamente,
uno de los decretos es poner orden en la frontera con la militarización y control. Si tomamos
en cuenta que México es uno de los principales socios de EEUU en materia inversión
petrolera, cemento, el Tratado de Libre Comercio, en materia de asesoría militar y para
combatir el narcotráfico. Estos elementos diplomáticos pueden generar grandes acuerdos
para el fortalecimiento de la economía mexicana y la apertura de un mercado común que
puede generar la mayor cantidad de mano de obra y la exportación de productos con
aranceles preferenciales, pero manteniendo un control sobre las fronteras.
El discurso sobre América Latina nos llena de esperanzas principalmente para
aquellos países donde los gobiernos se han alejado de la cultura democrática, violadores de
los Derechos Humanos, el no reconocimiento de los resultados electorales, la desviación
hacía modelos que atentan contra la libertad de ideas y el libre ejercicio de informar; es un
hecho que Venezuela se encuentra en la mira frente a los antecedentes que tenemos y que
reposan en los organismos internacionales como denuncias de la sociedad civil en contra del
Estado venezolano, eso por supuesto va a tener una respuesta por la administración entrante
del presidente recién electo. Eso significa que los venezolanos vamos a estar en el ojo del
huracán por las medidas de presión que vienen.
El gabinete del presidente recién juramentado de EEUU todos son enemigos del
actual modelo político venezolano que preside Nicolás Maduro, no hay uno que tenga una
opinión favorable al actual régimen y eso nos convierte en estar en la mira y con el dedo en
el gatillo, más aún, cuando históricamente, hemos sido el principal cliente petrolero y con
grandes inversiones en el norte, es allí donde visualizamos un panorama de alta
conflictividad, no solamente política, también militar. El actual régimen debe sopesar todas
estás incidencias, empezando por el reconocimiento de los resultados electorales del 28 de
julio donde fue derrotado mayoritariamente en las urnas electorales y cuyas evidencias las
tiene el presidente Donald Trump y el poder legislativo que lo acompaña en las dos cámaras,
los propios organismos bilaterales como la OEA, ONU, Corte Penal Internacional, Comisión
de los Derechos Humanos, donde reposan sendos expedientes y elementos probatorios que
demuestran la violación que hemos sufrido los venezolanos y donde los propios acuerdos,
entre ellos los de Barbados, donde EEUU fue garante para la trasparencia del proceso
electoral presidencial fue pisoteado y desconocido por quienes hoy, de una manera
fraudulenta, estan en el poder.
Todo este cúmulo de expedientes, aunado a más de dos mil presos políticos, entre
ellos, menores de edad, activistas de los partidos democráticos, dirigentes estudiantiles, de
las Ong de los Derechos Humanos, periodistas que por el simple hecho de informar hoy
sufren los rigores de estar encarcelados, es decir, existen suficientes elementos que nos
pone a pensar cuál será el destino de quienes han cometido todos estos atropellos y que no
todos caben en el avión. Por eso hoy decimos, amanecerá y veremos con la llegada de
Donald Trump.
Héctor Díaz. Corresponsal de CauraTv en el Estado Trujillo.