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Marianna Rodríguez es profesora de la materia de Biología en un liceo público de la ciudad de Upata, en el estado Bolívar. Con muy pocas ganas de continuar en su profesión, pero mucha vocación por encima de eso, decidió seguir dando clases este año escolar 2024-2025, aun cuando su sueldo no le da para satisfacer algunas necesidades.
Sus ingresos los “redondea” con clases particulares y algunos oficios extras, como venta de tortas y, ahora que se acerca la Navidad, de bollitos y hallacas. “Es triste, pero hay que sobrevivir”, dice.
Sus ganas de desertar de la docencia aumentaron un poco más la semana pasada, cuando comenzaron a pagar los aguinaldos para el sector público; pues la irrisoria suma que “le tocó” dista mucho de ser algo como para esperar una feliz Navidad.
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“No llegué ni a 15 dólares; ni un pan de jamón se puede comprar si dependiera solo de esto. ¿Estrenos, juguetes?, ni pensarlo”, dijo la también madre de una niña de 11 años.
Dame mi aguinaldo, pero justo…
El pasado jueves 10 de octubre, el Ejecutivo anunció el comienzo del pago fraccionado de aguinaldos para el sector público; que se hizo a través del sistema Patria Digital.
El monto por concepto de aguinaldos que recibe cada trabajador varía según su cargo en la administración pública. De acuerdo con los reportes en redes como X, el pago osciló entre 200 y 1.000 bolívares.
En el caso de los docentes, el pago de aguinaldos fue de 506 bolívares por mes. Esto equivale a 13,01 dólares, precisó la presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Carmen Teresa Márquez, en una entrevista para Unión Radio el 10 de octubre.
Para algunos profesores universitarios, el pago del aguinaldo no alcanzó los 500 bolívares, según las denuncias difundidas en redes sociales.
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