Para la mayoría del sector público no hay nada que celebrar
Foto: Gleybert Asencio
En Venezuela, este miércoles 15 de enero se celebra en el país el Día del Maestro, una fecha en donde se busca conmemorar a los docentes de un país que viene sufriendo una dura crisis económica, humanitaria, social y política.
Para muchos profesionales de la enseñanza, especialmente los que laboran en la educación pública, este día no hay nada que celebrar y sí mucho que reclamar en materia de salarios, mejores condiciones laborales y justas reivindicaciones.
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«No hay nada que celebrar. El maestro venezolano no tiene nada que celebrar, en los últimos años los docentes de este país han sido muy golpeados», afirma Carmen Teresa Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM).
La FVM, que este 15 de enero llega al 93° año de su fundación, resalta que en estos tiempos han vivido un aumento en las dificultades, la precariedad laboral y el deterioro económico, pero que su afán por un salario justo, la firma del contrato
colectivo, el respeto y reconocimiento al trabajo docente se mantiene inquebrantable.
«La FVM y sus 27 sindicatos son la voz de los que no tienen voz. Juntos,
podemos construir un futuro mejor para nuestra nación. Este nuevo año, seguiremos exigiendo que la educación sea el faro de esperanza frente a la pobreza, porque es la educación la cinceladora de la fisonomía de la sociedad», resaltó Márquez.
Por su parte, Fernando García, docente jubilado, afirmó que el magisterio venezolano exige al Gobierno el cumplimiento del artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual establece salarios suficientes que le permitan vivir con dignidad y cubrir las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales.
“No tenemos nada que celebrar, nuestros salarios se encuentran superdevaluados, la seguridad social nos fue eliminada”, señaló García.
Dijo que esta triste realidad la viven tanto los docentes activos como los jubilados. “Tenemos tres años luchando en la calle por la discusión y firma del contrato colectivo, en el que queden plasmados beneficios reales que puedan mejorar esta grave situación, pero no ha sido posible”, agregó el también dirigente sindical, quien aseguró que se mantienen en la lucha de forma cívica y constitucional.
Necesidad de un gran censo educativo
A juicio de Celsa Afonso Dos Santos, directora de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), la educación venezolana comienza 2025 con complejidades similares a las de años anteriores.
Ante esta realidad, la especialista en Proyectos Educativos Comunitarios y educadora mención Ciencias Biológicas, considera que el sector requiere acciones urgentes y soluciones integrales que involucren no solo a los maestros, sino también a la familia, la sociedad civil y el Estado, pues se trata de una responsabilidad compartida.
«Recuperar la infraestructura escolar y garantizar salarios dignos para los maestros se cuentan entre las medidas prioritarias», propone Afonso, quien mencionó la reciente consulta nacional que hizo la ONG Fundaredes, según la cual, entre otros aspectos, la deserción docente alcanzó 72% y la matrícula escolar disminuyó 46%.
La directora de Educación de la Ucab recordó la convocatoria a la «Alianza por la Educación», impulsada por Fe y Alegría desde enero de 2023, que se ha sugerido involucrar a los distintos sectores de la sociedad venezolana en la revitalización del sistema educativo, sobre todo de cara a la pérdida de más de 160.000 docentes entre 2018 y 2021.
Por esto, la especialista señaló la necesidad de realizar un censo educativo en todo el país. Expresó que varias estimaciones sitúan en casi seis millones el número de niños y adolescentes en el sistema público de educación, pero se desconocen datos precisos acerca de la cantidad de docentes por alumnos. «Un censo actualizado permitirá diseñar políticas educativas más efectivas y basadas en evidencia», sostuvo.
«Esperamos un giro significativo en la educación», dijo a propósito de la iniciativa que «no solo enriquecerá la experiencia de los estudiantes, sino que también capacitará a los docentes para liderar este cambio».
Mejorar condiciones laborales
En el aspecto económico, la directora de Educación de la Católica insistió en la necesidad de mejorar las condiciones laborales de los maestros. Sugirió que se otorguen salarios dignos y oportunidades de desarrollo profesional a los docentes, lo cual podría detener la fuga de talentos en el sector y «atraer y retener a los mejores talentos».
A propósito del Día del Maestro, que se conmemora el 15 de enero, y del Día Internacional de la Educación, que se celebra cada 24 de enero, Celsa Afonso Dos Santos reconoció la dedicación de los educadores venezolanos. «A pesar de las dificultades, seguimos siendo la luz que guía a nuestros estudiantes y el motor de un futuro mejor. Nuestra vocación es más necesaria que nunca», afirmó.
“Aquellos que educan bien a los niños, merecen recibir más honores que sus propios padres, porque aquellos solo le dieron vida; estos el arte de vivir bien” (Aristóteles).
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