Durante las últimas horas, «El Sistema» ha sido tema de discusión en redes sociales, luego de que la pianista venezolana Gabriela Montero pidió «boicotear» las presentaciones internacionales de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela (SBSOV).
«El sector cultural ya no debe facilitar la promoción abierta de una ‘Revolución Bolivariana’ manifiestamente fallida a través de la óptica emotiva de las orquestas juveniles de Venezuela», declaró Montero a The Guardian. «Una vez que logremos derrocar al régimen implementando la voluntad del pueblo venezolano, podremos restaurar la independencia moral de nuestra misión musical y educativa. Hasta ese momento, las entidades propiedad del régimen no tienen lugar en las grandes salas de conciertos del mundo», agregó Montero, quien recientemente recibió el premio internacional Václav Havel de la Fundación de Derechos Humanos a la disidencia creativa.
Sus palabras llenaron de indignación a múltiples personalidades que, no tienen nexos con el chavismo. Tal es el caso de la periodista de la UCAB, locutora y excomentarista de RCTV María Gabriela Escobar, quien condenó la petición de Montero.
«Esto es El Sistema, una obra de la democracia, lo único que se salvó de la hecatombe. Una artista, se abroga el derecho de querer boicotearlo internacionalmente. Se nota que no sabe la maravilla que es. Luz, cultura, música para todos», escribió Escovar en su cuenta en la red social.
En esta misma línea, el periodista y politólogo Tony Frangie Mawad cuestionó la lógica de la petición de la pianista, ya que esto no tiene ningún efecto político real en la política venezolana.
En varios mensajes en X, el analista subrayó que «boicotear» al SBSOV «no hiere políticamente ni económicamente a la élite gobernante, y sacrifica las carreras de un montón de músicos de sinfonías apolíticas atrapados en los vaivenes del Estado venezolano».
Enfatizó que El Sistema, a pesar de los intentos repetitivos de ser usado como propaganda revolucionaria, es un programa existente desde 1975.
«Sus colores y matices son más complejos que el rojo y azul. Si se logra excluir al Sistema de los circuitos de orquesta occidentales, se le dará una victoria propagandística al chavismo; un relato sobre los apellidos del radicalismo fascista que en su odio apátrida al pueblo venezolano acabó con la carrera de músicos humildes”.
En esta misma línea, el periodista y politólogo Tony Frangie Mawad cuestionó la lógica de la petición de la pianista, ya que esto no tiene ningún efecto político real en la política venezolana.
En varios mensajes en X, el analista subrayó que «boicotear» al SBSOV «no hiere políticamente ni económicamente a la élite gobernante, y sacrifica las carreras de un montón de músicos de sinfonías apolíticas atrapados en los vaivenes del Estado venezolano».
Enfatizó que El Sistema, a pesar de los intentos repetitivos de ser usado como propaganda revolucionaria, es un programa existente desde 1975.
«Sus colores y matices son más complejos que el rojo y azul. Si se logra excluir al Sistema de los circuitos de orquesta occidentales, se le dará una victoria propagandística al chavismo; un relato sobre los apellidos del radicalismo fascista que en su odio apátrida al pueblo venezolano acabó con la carrera de músicos humildes”.
Asimismo, la periodista y articulista Mibelis Acevedo cuestionó cómo el impedir las actuaciones de El Sistema podría promover el cambio político en Venezuela.
«¿No sería más inteligente buscar formas de que esos niños y jóvenes muestren una cara del país que quiere acceder a la democracia, independientemente de que se beneficien de una política pública de larga data y que circunstancialmente administra un gobierno autocrático? ¿Impedir que ellos actúen y compartan su talento hará que Maduro se debilite?», esgrimió.
«Si bien el gobierno venezolano ha pretendido instrumentalizar al Sistema: ¿hasta qué punto esos niños, jóvenes artistas y sus familias se han convertido en sujetos de esa instrumentalización? ¿Lo sabemos a ciencia cierta, conocemos sus pequeñas tragedias y sus alegrías, sus historias de carencias y sus logros? ¿No sería más adecuado buscar internarse en esas historias, comprender, separar la paja del grano y conectar con la humanidad de personas que encuentran en esta plataforma una forma de superar una realidad que los asfixia y parece condenarlos a priori? ¿Quiénes sufrirán en carne propia los efectos de ese boicot, en fin: esos muchachos o un gobierno autoritario que ya está suficientemente desacreditado, y que por lo visto no será derrotado a punta de gestos simbólicos?».
Hasta el momento de finalizar este reporte, El Sistema no se ha pronunciado a través de sus redes sociales sobre la declaración de la pianista Gabriela Montero.
Publicado por Anaisa Rodríguez
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