Cumaná es tierra llena de grandes episodios históricos, envueltos de heroísmo, emancipación, poesía y aires revolucionarios. Precisamente, hoy se cumplen 95 años de ese célebre episodio llamado «la expedición del Falke», un movimiento libertario contra la dictadura gomecista que se llevó a cabo en esa ciudad preñada de sueños y primogénita del continente americano.
Nos indica la historia contemporánea de nuestra nación que el 11 de agosto de 1929, con el despertar del alba, arribó a las costas comienzan el «Falke», un barco que zarpó del puerto de Dancing, Polonia, el 19 de julio de ese mismo año con varios desterrados venezolanos a bordo para derrocar al régimen de Juan Vicente Gómez. Esa expedición, comandada por el General Román Delgado Chalbaud, colaborador y luego archienemigo del Benemérito, pretendió tomar Cumaná y desde allí expandirse por todo el oriente hasta llegar a Caracas.
Esta embarcación fue bautizada por sus ocupantes al incursionar en aguas venezolanas como «General Anzoátegui». Llega a la Blanquilla el 7 de agosto de 1919. Allí sus tripulantes anclan el barco y recorren la isla para reencontrarse con los comisionados de Pedro Elías Aristeguieta, un empresario cumanés que se encontraba exiliado en París, formaba parte de la conspiración y se había adelantado a la tripulación para conseguir apoyo entre la población guaiquerí, en la cual gozaba de gran respeto y admiración.
Los expedicionarios reciben información de los comisionados de Aristeguieta que éste los espera en Peñas Negras, un sitio estratégico de la península de Araya, para abordar los preparativos de la toma de Cumaná. Es así que el Falke, a las 9 de la noche, parte rumbo al sitio acordado. A la mañana siguiente, Pedro Elías Aristeguieta, junto a su hermano Francisco de Paula, recibe a la tripulación para planear el asalto a la ciudad primogénita. A las 7 de la noche del sábado 10 de agosto, luego de una breve conversación, Román Delgado Chalbaud y los hermanos Pedro Elías y Francisco de Paula Aristeguieta se despiden del sitio.
Habían acordado que Pedro Elías atravesaría en las primeras horas de la noche la península de Araya hasta llegar a La Angoleta, ubicada al sur de la península . Desde allí se trasladaría con sus guaiqueríes por mar hasta Caigüire. Tendría la misión de atacar a primeras horas del 11 de agosto de 1929 por tierra la parte este de Cumaná, mientras los tripulantes del Falke lo harían por Puerto Sucre (El Salado), se desplazarían por la Calle Larga (actual Avenida Bermúdez) y tomarían el palacio de gobierno en pleno centro de la ciudad.
Ya con el despertar del alba de ese mismo dia, los osados expedicionarios del Falke habían atracado en Puerto Sucre. De allí toman el puesto de comando, a fuerza de tiroteo, y se van rumbo a la Calle Larga de Cumaná. Entre los aguerridos hombres que clamaban libertad se encontraban Román Delgado Chalbaud al frente con su ayudante Francisco Angarita, quien izaba la bandera de los expedicionarios. Le acompañan Carlos Julio Rojas, Carlos Julio Mendoza, Edmundo Urdaneta, Juan Colmenares, Armando Zuloaga Blanco, Federico Vegas. Por la izquierda Doroteo Flores y Raúl Castro; mientras, por el flanco derecho lo hacen Rafael María Carabaño y Julio McGill. José Rafael Pocaterra se quedó en la embarcación pendiente del desarrollo de las operaciones.
La refriega no se hizo esperar del lado oficial, comandado por el gobernador Emilio Fernández. El General Delgado Chalbaud no se detuvo, siguió avanzando hacia el Puente Guzmán Blanco y cae fulminado por certeros disparos. También el joven Armando Zuloaga Banco viene disparando y muere en combate. Del lado de los revolucionarios, uno a uno van cayendo por las inmediaciones de la calle larga. La batalla continua. De pronto, se anuncia del lado del gobierno la muerte del gobernador Emilio Fernández, víctima de las balas de los libertarios.
Lamentablemente, Pedro Elías no llegó a la 5 de la mañana a Caigüire, hora convenida en el plan. Se había extraviado en su recorrido por la península, desde Peñas Negras a La Angoleta y se retrasó en la misión encomendada. Todo fue producto de la oscuridad de la noche y lo accidentado del terreno. Ante la muerte de Delgado Chalbaud, líder de la intentona, y el retraso de Pedro Elías Aristeguieta, José Rafael Pocaterra decide zarpar el Falke con su tripulación y arroja el armamento al mar.
Casi al mediodía llega Aristeguieta a Caigüire y encuentra la ciudad sitiada por fuerzas leales a Gómez. Decide incursionar con sus valientes guaiqueríes. Se reanuda el combate entre los bandos. Los aviones bombardean a Cumaná y sus alrededores. Para el día martes 13 de agosto Aristeguieta repliega el ataque y se dirige rumbo al este del estado Sucre. Inicia su desplazamiento por Tunantal. De allí pasa a Marigüitar, luego a San Antonio, El Zamuro, Paradero, Santa María y, finalmente, Santa Ana, un lugar cercano a El Pilar, capital de hoy municipio Benítez. Allí entra en combate contra las fuerzas del régimen y es herido de gravedad. Es trasladado a Carúpano y fallece el 27 de agosto de 1929.
Con la muerte de este valiente cumanés se apaga uno de los sueños libertarios contra la tiranía gomecista. Por supuesto, esta aventura del Falke tuvo varios errores que no permitieron su concreción. Sin embargo, es un episodio que forma parte de nuestra historia contemporánea y debe servirnos de reflexión. No debemos olvidar que la libertad es uno de los más preciados tesoros que el ser humano debe estar dispuesto al defender. Cumaná, esa ciudad alimentada de la brisa marina, el salitre y el sol fulgurante, seguirá dando lecciones sobre nuestro pasado, presente y futuro como nación. La voz de Pedro Elías Aristeguieta es testimonio de ello.
(*) Politólogo y profesor de la UDO-Sucre.
