DÍA DEL MÉDICO
El 10 de Marzo fue instituido como Día del Médico en 1955, por la Federación Médica Venezolana de la época en honor al Dr. José María Vargas (nacido en el año 1786), ejemplo de los profesionales de la medicina en el país, doctor en ciencias médicas, cirujano oculista, Botánico Investigador, Químico, Geólogo y Dentista, fundador de la primera cátedra de Anatomía, fue el primer Rector de la Universidad de Caracas cuya reorganización le fue encomendada por el propio Libertador Simón Bolívar (1827). Fue el primer Civil en ocupar la Presidencia de la República (1835) electo en comicios en contra de la opinión de algunos militares independentistas quienes consideraban que este cargo debía ser para los héroes de la lucha independentista, aunque él se incorporó en la causa libertadora desde el año 1810.
Debió transcurrir casi un siglo para que otro ilustre médico, el Dr. Luis Razetti (1862), cirujano y obstetra, impulse lo que denominaron, el renacimiento de la Medicina Venezolana en materia de enseñanza y prácticas médicas con creaciones de cátedras universitarias. Fue fundador de la sociedad de médicos y cirujanos. Fundó el Colegio de Médicos de Venezuela y fundó la Academia Nacional de la Medicina. Sus restos al igual que el maestro Vargas reposan en el Panteón Nacional.
Cuando el maestro Razetti realizaba estas actividades, otro gran médico nacido en el Estado Trujillo un 26 de octubre 1864, funda dos instituciones de investigación y varias cátedras de Medicina en la Universidad Central de Venezuela luego de su retorno de Europa, donde realizó estudios de laboratorio y otros, manejó 6 idiomas. Introduce por primera vez en Venezuela, el microscopio creando la cátedra de bacteriología. Estudió para ser monje católico, totalmente desprendido de lo material atiende con amor a sus pacientes, después de retirar unos medicamentos para una anciana es atropellado sufriendo un traumatismo cráneo encefálico que le produjo la muerte, su certificado de defunción fue firmado por el Dr Luis Razetti, quien además fue su amigo. Sus milagros, expresados por sus seguidores lo ha convertido en venerable, beato y hoy Venezuela celebra su canonización por el Papa Francisco, ese es nuestro Dr José Gregorio Hernández.
Los médicos venezolanos hemos sido reconocidos en todo el mundo por nuestra excelente formación académica, dedicación, responsabilidad y clara conciencia del compromiso del deber social.
Hoy, cuando nuestro enemigo del norte pretende aplicarnos más sanciones para generar crisis en nuestra población, el gobierno revolucionario del presidente Nicolás Maduro desarrolla nuevas alianzas y mecanismos para mantener una población atendida, y demostración de ello, es la instalación de un equipo de Resonancia Magnética de los más modernos del mundo con aplicación de Inteligencia artificial en el Hospital Clínico Universitario de Caracas, y se sigue fortaleciendo la red hospitalaria a nivel nacional en Monagas, el joven Gobernador Ernesto Luna inicia la construcción de un hospital Materno Infantil, amén de la recuperación del Hospital Dr Manuel Núñez Tovar, el Ambulatorio Vargas de Los Guaritos, el Hospital de Aguasay, y en PDVSA, comenzamos a recuperar sus Clínicas Industriales para una mayor cobertura.
Este esfuerzo, nos llama a asumir nuestra responsabilidad con la patria y nuestra gente, es tiempo de organizarnos para defender lo conquistado tanto en la academia como en los centros públicos, es tiempo de participar de manera activa en la nueva discusión de la reforma constitucional propuesta para este año e inyectar nuestras ideas sobre la salud que necesitamos. Debemos estar preparados para las elecciones no solo las nacionales y regionales, también para unas eventuales elecciones de renovación del gremio medico, que hasta ahora está en manos adversas.
Hoy celebramos nuestro Día del Médico con muchas emociones y expectativas, por unas mejores condiciones de trabajo y de vida como profesionales de la salud que somos, y mantenernos presente con el desarrollo de la inteligencia emocional y relacional para el logro de la empatía necesaria en la relación médico-paciente por el desarrollo de unos servicios de salud dignos, con calidad y calidez como lo demanda nuestro pueblo