Venezuela reclama la explotación petrolera en un la frontera marítima que está en disputa. Ambos países llaman a retomar las mediaciones iniciadas en 2023 en San Vicente y Granadinas
Un marinero en el buque de guerra de la Armada venezolana Almirante Brión, en el Mar Caribe al norte de Venezuela, en una fotografía de archivo.LESLIE MAZOCH (AP)
Una movilización de barcos al oriente de Venezuela, en las aguas por delimitar con Guyana, ha reactivado la tensión territorial entre ambos países. Este sábado, las autoridades de Guyana informaron la presencia de un buque militar venezolano que navegaba cerca de una plataforma flotante de la estadounidense Exxon Mobile para explotación, almacenamiento y descarga de petróleo. El presidente guyanés, Irfaan Alí, ha denunciado el incidente como una amenaza a su “integridad territorial” que no “tolerará”, movilizó apoyo aéreo y naval y ha elevado su protesta embajador venezolano en Guyana y a sus aliados del Caricom, Reino Unido y Estados Unidos.
La Cancillería de Nicolás Maduro ha respondido con dureza las declaraciones de Alí, a quien ha llamado “el Zelensky del Caribe”. El presidente de Guyana ha dicho que la plataforma está ubicada en aguas de su zona económica exclusiva, pero Venezuela defiende que todavía está por delimitarse. “Es inadmisible, y constituye una grave violación del derecho internacional, que Guyana disponga de un territorio sobre el cual existe una controversia y, peor aún, disponga de un mar pendiente por delimitar, otorgando concesiones ilegales para la explotación de recursos energéticos”.
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Para Caracas, la declaración de Alí es una provocación que “busca escalar y perturbar” la región y responde a los “intereses guerreristas de Exxon Mobile”. También ha acusado al secretario de la OEA, Luis Almagro, y al expresidente colombiano Iván Duque. “Frente a las amenazas lanzadas por el Zelensky caribeño, en complicidad con su red internacional guerrerista del norte global, Venezuela denuncia esta agresión y ratifica que desplegará su diplomacia bolivariana de paz”, agrega el comunicado en el que piden que se retomen los canales de mediación del Acuerdo de Argyle, que en 2023 impulsaron Brasil y San Vicente y Granadinas, luego de que Venezuela realizara un referéndum popular para aprobar la creación de un estado o provincia en el Esequibo que se disputan los dos países. Alí también ha invocado este acuerdo.
En el conflicto, que de momento se ha quedado en comunicados, también ha entrado Estados Unidos, que rápidamente salió a la defensa de Georgetown. “Es inaceptable y una clara violación del territorio marítimo internacionalmente reconocido de Guyana”, señaló en un mensaje en redes sociales la Oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. “Cualquier provocación adicional resultará en consecuencias para el régimen de Maduro. Estados Unidos reafirma su apoyo a la integridad territorial de Guyana y al Laudo Arbitral de 1899″.
Durante los primeros años del chavismo, el histórico conflicto con Guyana no estuvo entre las prioridades de Venezuela. Maduro, sin embargo, ha avivado este pleito que data de 1777, cuando la Capitanía General de Venezuela incluía ese trozo de 160.000 kilómetros cuadrados dentro de un mismo mapa, aunque nunca fue ocupado efectivamente. En tiempos de la Guayana británica se fijaron unos límites en el llamado Laudo Arbitral de París de 1899, un proceso que ha sido calificado de amañado y que Venezuela desconoce. Desde 1966, con los Acuerdos de Ginebra, la controversia estuvo en manos de los buenos oficiantes de Naciones Unidas hasta que en 2018 Guyana decidió ir a la Corte Internacional de Justicia que tiene pendiente una decisión. Venezuela exige mantener vigente la vía diplomática para resolver la controversia territorial.
La crisis que generó el referéndum de Maduro para la anexión del territorio no se ha disipado del todo, pese a que la CIJ tuvo que intervenir para ordenar a ambos países no elevar las tensiones ni tomar medidas que modifiquen el estado actual de las fronteras. Pequeñas escaramuzas y hostilidades han ocurrido en el camino. El líder del chavismo intenta por la vía de los hechos tener presencia en el territorio con el despliegue militar en las cercanías, la creación vía ley del Estado Guayana Esequibo, y el nombramiento de autoridades.
Pero en apenas dos meses, en las elecciones regionales y parlamentarias, se pretende escoger al gobernador y los diputados del consejo legislativo de ese territorio en disputa que ya es considerado por Maduro como el estado número 24 de Venezuela. Ante esto, este mismo sábado de tensiones en altamar, la Caricom ha publicado un comunicado en el que expresan su preocupación por el anuncio de las elecciones en el territorio en disputa e instan a Venezuela a no realizar las elecciones “ni a intervenir el territorio soberano de Guyana”. Con el cambio en la geopolítica de la región, el incidente con el buque podría ser el comienzo de una nueva escalada de tensiones diplomáticas.
EL PAIS DE ESPAÑA