En el texto, escrito desde el calabozo policial donde permanece detenida, Castro se refiere a su estado de salud, que fue certificado a través de un chequeo que le hicieron en la medicatura forense, en Ocumare del Tuy
Mayra Castro lleva 136 días detenida en la sede de la Policía Municipal de Urdaneta, en los Valles del Tuy, estado Miranda. l Foto: Archivo
Miranda.- La dirigente social y política del municipio Urdaneta Mayra Alejandra Castro Duarte (47) escribió una carta en el calabozo policial donde permanece detenida desde hace 136 días.
En el texto, Castro se refiere «al delicado estado de salud” que presenta tras las rejas, lo cual requiere atención médica urgente. «No merezco morir en prisión y mis hijos no merecen todo lo que están pasando», se lee en la misiva dada a conocer por sus allegados, el 16 de diciembre.
Mayra Alejandra Castro Duarte está detenida en los calabozos de la Policía Municipal de Urdaneta en Nueva Cúa, estado Miranda. Fue arrestada en el contexto de las protestas poselectorales por una comisión de este cuerpo de seguridad en Cúa.
Los uniformados presentaron como evidencias incriminatorias un listado con nombres de personas que militan en el partido Primero Justicia (PJ) y un cuaderno con tres modelos de actas de los resultados electorales de las pasadas elecciones de la Asamblea Nacional (AN). Estas actas eran usadas por Castro como guía para dictar los talleres a los testigos electorales que participaron en la presidencial del 28 de julio.
Castro nunca opuso resistencia a la detención, aseguraron sus parientes; sin embargo, fue acusada del delito de ultraje a funcionario. Además, la imputaron por terrorismo e instigación al odio.
«No existe ni existirá ninguna prueba en mi contra, amo a mi país y no podría ser una terrorista, por lo que exijo mi libertad plena», señaló Castro en la carta.
En el escrito, la presa política hace un llamado «a la prensa, a la comunidad internacional, al cuerpo diplomático acreditado en Venezuela y al Nuncio Apostólico para que intercedan por mi justa libertad ante el fiscal general de la República».
Salud comprometida
Castro, quien es la presidenta de la organización Primero Justicia en Urdaneta, duerme en el piso, en un espacio hacinado, húmedo, sin ventilación, sin servicio de agua potable y oscuro, denunciaron sus allegados.
Debido a la falta de iluminación, se lesionó un ojo y fue diagnosticada con epiescleritis, la inflamación de una estructura membranosa situada en la porción anterior del globo ocular.
También padece migraña; gastritis crónica; edema en miembros inferiores; retención de líquido y bronquitis aguda. A propósito de su cuadro clínico, ha sido llevada en dos oportunidades a un centro asistencial con malestar estomacal, mareos y fiebre.
«El 21 de noviembre me trasladaron a la medicatura forense con sede en Ocumare, donde se me realizó un reconocimiento médico que certifica mi delicado estado de salud; sin embargo, aún no recibo respuesta a mi solicitud de libertad, consignada por mis familiares, ante el Tribunal Segundo de Control del Área Metropolitana contra el Terrorismo, de fecha 18 de noviembre», indicó.
Hago responsables «de lo que me pueda suceder a todos los involucrados en mi injusta prisión», concluyó Castro.
Ninguna autoridad los escuchó
Familiares y organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado las condiciones inhumanas en que permanecen los presos políticos y el grave estado de salud que presentan muchos de ellos.
Los parientes de Jesús Manuel Martínez Medina (36), quien padecía diabetes tipo II, tenía un problema cardíaco y se le infectó una pierna al contagiarse de sarna en el calabozo, imploraron atención médica oportuna; no obstante, murió en custodia del Estado venezolano, el 14 de noviembre, en el estado Anzoátegui.
Lo mismo ocurrió con Jesús Rafael Álvarez, quien estaba recluido en el penal de Tocuyito, ubicado en el municipio Libertador del estado Carabobo. Álvarez falleció el jueves 12 de diciembre por causas que aún se desconocen.
Osgual Alexander González Pérez (43), también forma parte de la lista de los presos fallecidos en resguardo del Estado. Oriundo de Barquisimeto, estado Lara, se contagió con una bacteria en la cárcel de Tocuyito y murió el 15 de diciembre.
Los familiares de Mayra Castro y de todos los presos políticos esperan que no ocurra lo mismo con sus parientes.
EL PITAZO