s la primera vez que se verá en Venezuela una ausencia tan grande de jefes de Estado en una toma de posesión presidencial, hasta quienes reconocen a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones enviarán a representantes el 10 de enero a Caracas. El interncionalista Ricardo de Toma explica que cuando «comparece un presidente, da un apoyo político, pero cuando lo hace un representante, que es generalmente el embajador, se da un reconocimiento de Estado»
unque el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, afirme que representantes de más de 100 países asistirán a la toma de posesión de Nicolás Maduro, es llamativo que hasta las naciones que reconocen al actual mandatario como ganador de los comicios del pasado mes de julio enviarán a otros funcionarios al acto de juramentación y no a los propios jefes de Estado. A pocas horas para el 10 de enero, la asistencia de presidentes a Caracas es nula.
«Que estén aquí representantes de más de 100 países es reconfortante. La realidad es que el 10 de enero será juramentado Nicolás Maduro Moros para el nuevo período constitucional hasta el 2030. ¿Por qué vienen a Venezuela más de 100 representantes del mundo? Porque hoy Venezuela es referente de un pueblo libre, independiente y soberano», dijo Cabello en la rueda de prensa del PSUV el lunes 6 de enero.
«Vamos a saber realmente cuál es el respaldo internacional de Nicolás Maduro al ver qué jefes de Estado democráticamente electos acudan», opina el internacionalista Ricardo Salvador de Toma, doctor en Estudios Estratégicos Internacionales.
Los resultados de las elecciones presidenciales fueron y siguen siendo controversiales porque el Consejo Nacional Electoral (CNE) informó que el ganador para un tercer mandato fue Nicolás Maduro, pero han transcurrido cinco meses de estos comicios y no ha mostrado públicamente las actas que avalen esa victoria.
Por su parte, la oposición han denunciado fraude electoral, tras conseguir copias de más de 85% de las actas electorales que demuestran que Edmundo González fue el vencedor en los comicios realizados el pasado 28 de julio.
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Entre los países que muestran apoyo a Maduro y lo felicitaron luego de las elecciones destacan: Rusia, China, Irán, Cuba, Nicaragua, Corea del Norte, Bielorrusia, Turquía, Catar, Bolivia, Honduras, países de África, del Caribe y árabes. Sin embargo, la mayoría de estas naciones enviarán a diplomáticos al acto.
Se espera que los presidentes de Nicaragua y de Cuba asistan a la investidura, pero tampoco han confirmado su presencia para ese día en la Asamblea Nacional.
El internacionalista de Toma afirma que «es la primera vez que se da la ausencia de tal número de jefes de Estado (en una juramentación presidencial). Este tiene que ser el momento donde el menor número de presidentes están en Caracas».
Representantes presentes
Pese a que Bolivia reconoce a Nicolás Maduro como reelecto para el período presidencial 2025-2031, el mandatario Luis Arce no viajará a Venezuela, argumentando que tiene una «ajustada» agenda que cumplir en su país el 10 de enero.
La viceministra de Comunicación de Bolivia, Gabriela Alarcón, detalló que enviarán «una representación» para la investidura de Maduro; no obstante, no se especificó quién será. Debería ser la canciller Celinda Sosa.
Se conoce que el diputado oficialista Rolando Cuéllar (Bolivia) acudirá a la toma de posesión de Nicolás Maduro, a título personal, para entregarle un reconocimiento y una medalla.
Nicolás Maduro y Luis Arce
La misma situación se repite con Honduras, aunque reconoce a Maduro como presidente electo, la mandataria Xiomara Castro informó que no estará presente en el acto el 10 de enero.
Sin dar muchos detalles, el vicecanciller hondureño, Gerardo Torres, dijo que Castro «no irá a Venezuela» y que es probable que se mande una delegación para la investidura de Nicolás Maduro.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, no ha reconocido abiertamente a Maduro como ganador de las elecciones y aunque tampoco dirá presente en su toma de posesión, enviará un representante. El embajador de México en Venezuela, Leopoldo de Gyvés de la Cruz, será quien acuda al acto en la sede de la Asamblea Nacional.
Sheinbaum enviará un delegado a pesar de que en julio, en medio de la transición de Gobierno en México, ella pedía «transparencia» en las actas y en la votación en Venezuela.
El internacionalista Ricardo de Toma dice que la posición de México no sorprende porque, por tradición, «su política es de no injerencia, de no intervención» y detalla que esa postura es previa al gobierno de Hugo Chávez.
El Gobierno de Brasil, que tampoco reconoce a Maduro como presidente electo, estará representado en la toma de posesión por su embajadora en Caracas, Glivania María de Oliveira. Sin embargo, llama la atención que la administración de Nicolás Maduro no envío una invitación formal al presidente Luis Inácio Lula da Silva.
Hay que recordar que Brasil fue uno de los países que solicitó, junto a Colombia y México, que el Consejo Nacional Electoral (CNE) presentara los resultados de las elecciones «desglosados por mesa de votación».
Con respecto a la actitud del Gobierno de Lula, el internacionalista de Toma precisa que el principio constitucional de este país es la «no intervención en los asuntos internos de otros Estados y una política de integración latinoamericana», por lo que afirma: «Brasil no va a romper relaciones diplomáticas con Venezuela, salvo que el gobierno venezolano así lo quiera».
En este sentido, aclara que Brasil «reconoce el Estado venezolano y no va a emitir una declaración si reconoce o no a Maduro como el gobierno de Venezuela, porque reconoce es al Estado, que es anterior a esa catástrofe».
Colombia tampoco ha reconocido a Maduro como ganador de las elecciones y le ha pedido al ente electoral hacer públicas las actas para demostrar quién fue el ganador y aunque el presidente Gustavo Petro informó que no estará presente en la juramentación de Maduro tras cuestionar las recientes detenciones arbitrarias en contra del defensor de derechos humanos Carlos Correa y el excandidato presidencial Enrique Márquez, su embajador en Caracas, Milton Rengifo, sí acudirá al acto presidencial.
El pasado mes de diciembre el Gobierno de Rusia anunció que el presidente de la Duma de Estado, Viacheslav Volodin, será quien encabece la delegación enviada por Moscú a Venezuela para la toma de posesión de Nicolás Maduro.
La Cancillería china anunció que el enviado especial para la toma de posesión de Maduro será el vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, Wang Dongming.
Aún se desconoce quién será el representante de Turquía, pero se espera un comisionado porque la actual administración mantiene relaciones estrechas con esta nación.
De Toma sostiene que una cosa es el reconocimiento de Gobierno y otra el de Estado. Explica que cuando «comparece un presidente, da un apoyo político, pero cuando lo hace un representante, que es generalmente el embajador, se da un reconocimiento de Estado»; con este último, añade: «Es coherente con la continuidad de relaciones diplomáticas».
Para Ricardo de Toma, las declaraciones de Diosdado Cabello sobre la asistencia de más de 100 representantes forma parte de un juego de palabras porque entiende que el reconocimiento se puede dar a través del cuerpo diplomático, pero el internacionalista enfatiza que con la presencia de los jefes de Estado a la juramentación es que se otorga «reconocimiento a la democracia de ese país, al respeto de la soberanía popular y se honra esa actuación».
Aunque no ha habido pronunciamiento oficial de la Presidencia de Cuba, se espera que Miguel Díaz-Canel asista a la juramentación de Nicolás Maduro, así como lo hizo en el año 2019.
Cuba y Venezuela mantienen relaciones estrechas desde el gobierno de Hugo Chávez y mantienen programas de cooperación en áreas como la medicina, educación y preparación militar.
El presidente de Nicaragua reconoció la victoria de Maduro en las elecciones del pasado 28 de julio, pero hasta la fecha no ha confirmado su presencia en Caracas para el 10 de enero; por lo que se cree que también pudiese enviar una representación diplomática.
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