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Venezuela: el fantasma de una intervenciónmercenaria..LEOPOLDO PUCHI.

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Al analizar la situación venezolana y las condiciones del momento actual, tanto en
el plano interno como internacional, es razonable pensar que Nicolás Maduro se
juramentará en enero, salvo que ocurra un acontecimiento inesperado o una
intervención extranjera, algo que parece poco probable.
Las tensiones poselectorales han disminuido y la situación luce más estable que al
principio. Sin embargo, ha comenzado a circular con insistencia la posibilidad de
una intervención militar encubierta a través de empresas militares privadas. Aquí
entra en escena Erik Prince, el fundador de Blackwater, y la campaña “Ya Casi
Venezuela, que han suscitado especulaciones sobre el uso de mercenarios.
Aunque está posibilidades parecen improbables, no hay que olvidar que incluso
los rumores pueden tener consecuencias reales.
PLANO INTERNO
En el plano interno, la respuesta coordinada de las instituciones ha minimizado los
riesgos de fracturas internas en el aparato estatal. No obstante, este acoplamiento
entre los poderes del Estado ha sido percibido por diversos analistas como un
mecanismo que no cuenta con contrapesos.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha actuado en sincronía con el
conjunto de las instituciones del Estado, lo que ha fortalecido el control y la
capacidad de respuesta frente la actual coyuntura política.
Como parte de su estrategia de estabilización, el Gobierno ha implementado
medidas de contención y represión frente a las protestas de la oposición, en
particular de aquellas de carácter violento.
En paralelo, el sector gubernamental ha organizado movilizaciones de su base
social en apoyo a Maduro, con el fin de contrarrestar las protestas opositoras y
proyectar apoyo popular al Gobierno.
INTERNACIONAL
La posición de los actores internacionales reproduce los alineamientos que hoy
definen el panorama geopolítico global. Estados Unidos, con su interés estratégico
en Venezuela, junto con la Unión Europea y varios gobiernos latinoamericanos, ha
cuestionado la proclamación de Maduro por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y
ha reconocido a Edmundo González como ganador.
Sin embargo, Washington no ha reunido en esta oportunidad un arco de países
con la fuerza del Grupo de Lima en 2019 ni cuenta con un fuerte compromiso de la
Unión Europea. Por otro lado, países como China, Rusia, Irán y Cuba han
mantenido su respaldo a Nicolás Maduro y siguen proporcionando apoyo político,
económico y diplomático.
BLACKWATER

En muchos casos, los Estados utilizan empresas militares privadas como parte de
una estrategia de intervención delegada, en la que complementan sus propias
fuerzas armadas o brindan apoyo a actores locales en conflictos.
Irak es un ejemplo de cómo las empresas militares privadas, como Blackwater,
han actuado en operaciones desplegadas por EEUU. De manera similar, la
participación de Palantir en la guerra de Ucrania muestra cómo las empresas
tecnológicas pueden convertirse en actores de operaciones militares de forma
disimulada. Al proporcionar análisis de datos y tecnología de inteligencia al
gobierno ucraniano, Palantir ha hecho parte de la intervención de los países de la
OTAN en la guerra de Ucrania.
Las empresas privadas militares pueden cobrar por medio del financiaciamiento
estatal, pagos mediante la asignación de recursos naturales, concesiones. o
acuerdos comerciales. En el caso venezolano se habla de la utilización de los
propios fondos del país bloqueados en el exterior.
WASHINGTON
Aunque la eventualidad de una intervención de este tipo suena irreal y podría no
suceder, esta posibilidad se ha hecho presente y representa una nueva manera de
ejercer presión política sin que necesariamente se lleve a cabo.
En todo caso, las empresas militares privadas solo pueden actuar con el
consentimiento o la contratación encubierta por parte de los países de origen, que
utilizan esta modalidad de manera discreta para difuminar la línea entre acciones
privadas y políticas estatales. Sin embargo, si una empresa militar privada llegara
a intervenir en Venezuela, el Estado de origen no podría desvincularse y sería
parte de esas acciones.
ZOZOBRA
A medida que el panorama político venezolano avanza hacia la juramentación del
10 de enero, la sola posibilidad de una acción encubierta, aunque remota, sigue
presente en el aire. Su simple mención actúa como una amenaza latente que crea
un ambiente de incertidumbre y zozobra. En política, la percepción puede ser tan
poderosa como los hechos mismos.

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