El partido Yatama ha sido exterminado por el Gobierno sandinista y su líder, el exdiputado Brooklyn Rivera, fue secuestrado por la policía el pasado 29 de septiembre y se encuentra en paradero desconocido
La Costa Caribe de Nicaragua, tanto la del sur como la del norte, asiste este domingo 3 de marzo a unas elecciones regionales inusuales: desde que estos comicios fueron instituidos hace 36 años, por primera vez en la boleta no aparecerá ningún partido político indígena. En cambio, lo que encontrará este electorado, compuesto en su mayoría por pueblos originarios, serán agrupaciones políticas nacionales, como el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y otros cuatro partidos comparsas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El partido Yapti Tasba Masraka Nanih Asla Takanka (Yatama, o Hijos de la Madre Tierra, en lengua miskita) ha sido exterminado por el Gobierno sandinista. El líder de Yatama, el exdiputado Brooklyn Rivera, fue secuestrado por la policía el pasado 29 de septiembre de 2023, y hasta la fecha se encuentra, según Unidad de Defensa Jurídica (UDJ), “en desaparición forzada por ocultamiento de paradero”. Dos días después fue arrestada la legisladora suplente Nancy Henríquez, presidenta de la organización política indígena.
1.2M
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Ronald, un indígena miskito entrevistado por EL PAÍS bajo condición de anonimato, dijo que muchos de los caribeños “ni se enteran de la existencia de un proceso electoral este domingo”. “El Gobierno ha vendido esto como ‘Elecciones victoriosas Caribe 2024′, pero realmente en las comunidades no hay ningún ánimo por ir a votar, no solo porque no nos sentimos representados, sino porque esto va a ser otro circo electoral como las votaciones generales. Todo sigue igual para que Daniel y Rosario mantengan su control político total del país y ahora de la Costa”, lamentó.
A las detenciones de Rivera y Henríquez se sumó la cancelación de la personería jurídica de Yatama, “la única organización con capacidad política para disputarle votos al FSLN en la Costa”, según Miguel González, politólogo originario de Bluefields, ciudad cabecera del Caribe Sur. En una entrevista con el medio Confidencial, el también catedrático dijo que los otros cinco partidos regionales que existen no representan ninguna competencia real para el sandinismo y los partidos nacionales.
“Más grave aún es que ninguno de esos partidos compite en su propia casilla, sino bajo alianza de partidos nacionales. En la historia de la Costa Caribe esto nunca había sucedido […]. No hay alternativas políticas autónomas en las que los costeños tengamos la posibilidad de votar. Este contexto me parece motivo de una gran frustración, pero también la expresión de una violación a los derechos autonómicos de la Costa Caribe”, explicó González.
Yatama ha colaborado históricamente con el sandinismo, pero la relación siempre fue tensa y se rompió cuando Rivera criticó en el hemiciclo las políticas del gobierno para la Costa Caribe. Después del arresto del exdiputado, integrantes del partido indígena realizaron protestas que fueron sofocadas por la policía a punto de detenciones.
Para los pueblos indígenas, agobiados por el extractivismo y la invasión de sus territorios ancestrales, Yatama significaba la única esperanza de representación política que impulsará o defendiera algunas reivindicaciones de los pobladores de la Costa Caribe. Las Regiones Autónomas del Caribe (el territorio más grande de Nicaragua en kilómetros cuadrados y rico en recursos naturales, bosque y fauna) siempre han sido un campo de lucha política para los grandes partidos nacionales.
La sombra de los “fraudes”
El pasado 3 de enero, la presidenta del Consejo Supremo Electoral (CSE), Brenda Rocha, tomó juramento a los integrantes de los Consejos Electorales Regionales y destacó “sus responsabilidades” durante los comicios en la Costa Caribe Norte y Sur. Según los últimos datos del organismo electoral, están convocados a ejercer su derecho al voto 500.000 personas, quienes podrán acudir a las 751 Juntas Receptoras de Votos ubicados en 308 centros de votación, a pesar que Rocha, informó inicialmente que serían 745 y 310, respectivamente.
El Gobierno ha desplegado toda la propaganda para promover estas elecciones regionales. Sin embargo, el observatorio electoral Urnas Abiertas alertó que una de las primeras irregularidades en este proceso fue el calendario de campaña electoral, que inició el 9 de febrero y finalizó este 28 de febrero. El organismo en el exilio señala que se reportó en distintos medios oficialistas que el FSLN inició una campaña adelantada, haciendo uso de recursos públicos para promover una narrativa favorable a sus candidatos y a la pareja presidencial, lo cual es un delito electoral, según la legislación vigente.
Desde los primeros días de enero, el oficialismo desplegó una jornada de levantamiento de información mediante las denominadas “Fichas Únicas de Registro”. En la ficha, los caribeños deben brindar información de contacto, puesto de trabajo actual, experiencia laboral, datos académicos, datos socioeconómicos, historial partidario y político, experiencia electoral, así como información de sus cónyuges, hijos, padres y hermanos.
Urnas Abiertas tiene reportes de que a la población le han dicho que el llenado de la ficha también funciona como Verificación Ciudadana (VC). Esto es una irregularidad, ya que la VC es una actividad institucional, mientras que la ficha es una iniciativa partidaria promovida por el sandinismo. Además, a diferencia de la VC, la ficha no permite identificar a cuál Centro de Votación tiene que acudir la persona para ejercer su derecho al voto.
El pasado 5 de febrero el Consejo Supremo Electoral publicó la lista definitiva de candidaturas y Urnas Abiertas documentó 47 denuncias sobre irregularidades en las candidaturas en 8 de las 30 circunscripciones y en las dos Regiones Autónomas. La principal denuncia señala que militantes del sandinismo están corriendo como candidatos en los otros partidos colaboracionistas, siendo APRE el partido más señalado por esta situación. Según politólogos nicaragüenses, estas elecciones regionales “son el último pendiente del FSLN para imponer el control absoluto en todas las autoridades de Nicaragua”.
Otros reportes señalan a las autoridades de indicarle a las personas que, si acceden a llenar la ficha y recibir el carné del FSLN, podrán salir sin problema del país, pues al presentar el carnet en cualquier puesto fronterizo, podrán entrar sin problema alguno. En esta línea, se han recibido denuncias de quienes no acepten el carnet reciben amenazas de perder su trabajo.
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