El dirigente nacional y politólogo Emilio Useche, integrante de la plataforma Consenso, refiere ante la opinión pública que para la transformación estructural de Venezuela “La clave está en que el debate sobre el País no descanse en una persona. Solo así, podremos avanzar en la construcción necesaria de una estrategia unitaria, que impulse un proyecto innovador y realista en el marco de la crisis global y la reconfiguración del Nuevo Orden Mundial. La victoria electoral será producto de la inteligencia política.
“Para mí, toda la clase política venezolana de los últimos 50 años (tomando como referencia el primer gobierno de CAP) ha fracasado en gestionar la crisis que generó la decadencia del Modelo Económico Extractivista Rentístico Petrolero. Nuestra reciente «excepción democrática» (1961-1998), ha descansado en el piso ontológico del reparto de la renta: el PAN y Circo romano, que, en nuestra versión criolla caribeña en el siglo XX, fue PAN, Tierra y Trabajo”, acentúa Useche.
“Toda propuesta que descanse en este piso ontológico, del reparto de la renta es inviable como propuesta alternativa y, además, tiene fecha de caducidad. La civilización cambió”.
Desde su perspectiva y visión social política expresa que “Necesitamos plantearnos un cambio paradigmático, que nos haga repensarnos como País (como Nación, es más profundo y ambicioso) y proponernos una transición armónica hacia otro tipo de civilización”.
A lo que expone 4 puntos necesarios, como planteamiento factible a la dinámica de los tiempos y la política del siglo XXI, para la transformación y desarrollo de la nueva Venezuela:
1. Una transición paradigmática (del conocimiento heredado al que necesitamos para los nuevos desafíos)-
2. Una transición Política (Del totalitarismo al pluralismo).
3. Una transición energética (Gestionando, sin robarnos, las pocas rentas que quedan del extractivismo e invertir en nuevas energías)
4. Una transferencia Tecnológica (De la Burocracia a la Tecnocracia).
El joven politólogo, quien forma parte de los nuevos liderazgos emergentes, finalizó diciendo que “Hay mucho trabajo por hacer, por eso, es súper improductivo que el debate se centre en nombres y no en soluciones colectivas”.
